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La importancia de cuidar bien nuestros oídos a partir de los 50 para evitar la pérdida de audición

  • La pérdida de audición afecta a miles de millones de personas en el mundo, por eso el cuidado auditivo es tan importante

  • Con simples hábitos durante el día a día se puede conseguir una buena calidad auditiva

Los problemas en los oídos son patologías recurrentes con el avance de la edad, aunque cada vez aparecen en personas más jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo avisaba hace un año con estos datos: 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante y 34 millones son niños. Pero los datos continúan siendo preocupantes porque 1.100 millones de jóvenes entre 12 y 35 años están en riesgo de parecer problemas de pérdida de audición. Cada son más las personas con problemas auditivos, por eso mismo cuidar los oídos, un sentido tan básico y necesario para el día a día, es más que necesario.

Cuidar los oídos no es una tarea que se deba realizar cuando se comienzan a detectar problemas, es una carrera de fondo que se debe mimar desde pequeños, pasando por la juventud y la vida adulta hasta la vejez. Son simples hábitos los que pueden ayudar a que los problemas auditivos no aparezcan a lo largo de la vida.

¿Qué hábitos hay que seguir?

Lo primero son los ruidos intensos, los cuales hay que evitar a toda costa en cualquier ambiente. El alboroto de la ciudad, los auriculares con un volumen excesivamente alto, el sonido de la televisión, los altavoces de un concierto… Todo ello puede ser perjudicial para la salud auditiva. Por eso siempre hay que tener el volumen regulado y en conciertos o bares evitar colocarse cerca de los altavoces. Los trabajadores de obras tienen muchas papeletas para padecer una futura patología, por eso la protección de los oídos con el material adecuado es clave en su día a día laboral.

En cuestión de salud, ahora que es verano, hay que tener cuidado en la playa y las piscina, ya que el agua podría introducirse en los oídos taponándolos y generando humedad, lo que podría acarrear una otitis. Atento en los procesos gripales, pues si termina con una infección de oídos puede acabar en una pérdida de audición progresiva, por lo que habría que tratar esa infección cuanto antes.

Y ojo con la cera de los oídos. La relacionamos con suciedad y falta de higiene, pero lo cierto es que la cera de los oídos es necesaria para una buena salud auditiva. Por eso mismo los bastoncillos que llevamos utilizando toda la vida no son la mejor opción, en especial si se decide introducirlo dentro del oído, ya que puede empujar la cera hacia dentro y crear un tapón. Por tanto, la mejor forma de mantener la higiene en los oídos y una buena salud es retirar la cera exterior con una toalla.

Hay que prestar especial atención en personas con edad avanzada, pues algunas patologías que suelen aparecer a partir de mediana edad, como la hipertensión o la diabetes pueden llegar a deteriorar el sistema auditivo si no se lleva un control sobre ellas. También se recomienda evitar, en la medida de lo posible, algunos fármacos, como los antibióticos, que pueden tener consecuencias negativas en los oídos.

Cuidados también si ya hay detectado un problema

Además de estos hábitos saludables para tu oído, hay ocasiones en las que ya se padece una patología auditiva. En ocasiones puede deberse a un mal cuidado previo, por causas genéticas o por complicaciones en el embarazo o el parto que ha desencadenado un problema auditivo.

En todos estos casos es primordial, además de seguir las recomendaciones de cuidados para los oídos, acudir con frecuencia al otorrino para realizar revisiones y llevar un control del estado auditivo del paciente además de, si fuese necesario, seguir un tratamiento. Y cuidado, porque la pérdida de audición puede aparecer muy lentamente, por eso, desde que se presenta un mínimo síntoma, se debe acudir al especialista.

Todo esto se debe llevar a cabo desde la juventud y, muchos especialistas aconsejan acudir, aunque no se presenten síntomas de deterioro auditivo, a una revisión anual a partir de los 50, ya que es desde esa edad cuando la salud auditiva comienza, generalmente, a perder calidad.

Puede que no nos demos cuenta, pero la buena salud de nuestros oídos nos otorga una grandísima calidad de vida. Por eso mismo el cuidado de los oídos desde edades tempranas es tan importante, así como acudir a la consulta del médico si se detecta alguna anomalía. Una serie de simples hábitos hacia unos más saludables harán que el deterioro tarde en llegar. Si quieres seguir oyendo a la perfección a tu grupo favorito o la risa de tus nietos, ya sabes, el cuidado diario de los oídos es fundamental.