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Turquía o España, ¿dónde someterse a un injerto de pelo? Pros y contras de cada opción

  • Cada año, alrededor de 400.000 extranjeros viajan a Estambul para someterse a un injerto capilar

  • En España cada vez son más las clínicas que ofrecen este tratamiento

El injerto capilar es uno de los métodos más populares contra la alopecia. A pesar de que cada vez se está apostando más por alternativas contra la caída del cabello que no requieren pasar por quirófano, en los últimos años hemos visto cómo en nuestro país se han ido popularizando las clínicas que ofrecen este tratamiento, uno de los más efectivos a la hora de revertir los síntomas de la calvicie.

Atrás quedaron las visitas obligadas a Turquía: ahora, en España podemos someternos a estas intervenciones y obtener los mismos resultados, algo de agradecer si no disponemos de tiempo o recursos para viajar. Ante esta situación, sin embargo, toca elegir, y es aquí donde aparecen las dudas: ¿dónde es mejor ponerse pelo, en Turquía o en España? Para ayudarte a tomar tu decisión, en Uppers hemos recopilado las ventajas y desventajas que ofrecen estos países a la hora de someterse a este tratamiento.

Hacerse un trasplante capilar en Turquía

Turquía es el país más popular del mundo a la hora de hacerse injertos capilares. Cada año, se estima que en torno a 400.000 extranjeros viajan a la capital turca para someterse a estas operaciones y recuperar su cabellera, pero ¿a qué se debe esta buena fama?

Una de las principales razones por las que los hombres viajan a Turquía para hacerse injertos capilares radica en la relación calidad-precio. Las clínicas turcas ofrecen un resultado profesional y de calidad por un precio más económico que el de otros países, algo que en muchas ocasiones puede compensar los gastos de desplazamiento y alojamiento. Con una buena cantera de médicos especializados, en Turquía podremos disfrutar de métodos de vanguardia, como la tecnología de robots ARTAS o el tratamiento FUE, uno de los más populares entre los deportistas de élite.

A pesar de sus ventajas económicas, decantarse por este país para realizarse un trasplante capilar puede traer diversas complicaciones, principalmente antes y después de la operación. El primer inconveniente aparece en el preoperatorio, que deberá realizarse a distancia para no aumentar los gastos del viaje. Como consecuencia, el profesional médico deberá analizar nuestro cabello a través de fotografías, lo que puede complicar la operación ya que no podrá evaluar correctamente al paciente.

De igual manera, la distancia también nos vuelve a jugar una mala pasada en el posoperatorio. Aunque depende de las clínicas y del plan que se contrate, normalmente los pacientes que se hacen un trasplante capilar en Turquía vuelven a su país de origen al cabo de dos o tres días, por lo que el médico no podrá hacer un seguimiento en persona de la operación.

Como consecuencia, los problemas tras la intervención pueden aumentar, aumentando el riesgo de fracaso en la operación. Además, en caso de que aparezca alguna complicación, el propio paciente tendrá que buscar una clínica dermatológica en la que resolverla, lo que implicaría un nuevo gasto.

Hacerse un trasplante capilar en España

Las clínicas capilares están en auge en España. En el último año, se calcula que los trasplantes capilares realizados en nuestro país han aumentado en torno a un 300%, una cifra que demuestra el buen momento que está viviendo este sector. Pero ¿cuáles son sus beneficios?

A diferencia de los trasplantes en Turquía, las operaciones que se realizan en nuestro país cuentan con la ventaja de que no hay distancia de por medio, por lo que el personal médico podrá analizar nuestro cabello en persona antes de la operación y crear un diagnóstico adecuado para cada caso.

Del mismo modo, en caso de que suframos complicaciones en el posoperatorio, contaremos con la ventaja de que nuestra propia clínica podrá examinarnos personalmente, ahorrándonos el coste de contratar otros servicios. Además, en caso de que exista una mala praxis, siempre podremos reclamar una indemnización, algo que sería mucho más complicado en Turquía.

Por el contrario, el problema de los tratamientos en España es que resultan bastante más caros que en Turquía, lo que puede echar para atrás a los pacientes con menos recursos. Además, aunque los tratamientos que se ofrecen en nuestro país sean los mismos, existen menos clínicas aquí que en Turquía, lo que puede dificultar nuestra elección.

Tanto las clínicas de Turquía como las de España pueden ofrecernos los mismos resultados. No obstante, ambas cuentan con inconvenientes, por lo que, a la hora de decidir donde queremos operarnos, deberemos tener en cuenta nuestra situación personal y las posibilidades de nuestra cartera.