La sociedad actual está cada vez más concienciada de los beneficios del deporte fitness en la salud, aumentando la búsqueda de un entrenador personal que nos ayude a sentirnos mejor con nosotros mismo a base de un entrenamiento deportivo. Una persona que demanda los servicios de un entrenador personal, por lo general, busca una atención personalizada que mejore su rendimiento deportivo y su salud.

Los gimnasios y centros de deportivos cuentan con entrenadores personales, con la correspondiente formación que les permite desarrollar planes personalizados y ayudar a la persona a cumplir sus objetivos. Cada persona tiene un determinado tipo de condiciones físicas y debe realizar determinados ejercicios. El entrenador personal, debe estar pendiente tanto de la actividad física que realiza el cliente como del tipo de alimentación y hábitos que lleva a cabo en su día a día con el objetivo de alcanzas la máxima eficiencia en los procesos y resultados corriendo mínimo en lo respectivo a seguridad.

El entrenador personal, tiene su origen en los años 50 y desde entonces su demanda no ha dejado de crecer. Estos últimos años, su requerimiento ha aumentado en todo tipo de personas. ¿El motivo principal? El deporte como estilo de vida. A día de hoy vivimos en una sociedad que tiende a la especialización y a la personalización en busca de una atención personalizada que resulte beneficiosa para mejorar el rendimiento deportivo y nuestra salud.

Al disponer en exclusiva del tiempo de un profesional en la materia, puede alcanzar mejores resultados de forma más segura y en el menor tiempo posible. Además, está demostrado que es más eficaz un plan de entrenamiento específico a las condiciones y objetivos de cada persona. Aquí 5 buenas razones.

La motivación es otro de los beneficios de los entrenamientos personales. Muchas personas comienzan a realizar deporte por su cuenta y tras pocas semanas se desmotivan. Un entrenador personal estará a tu lado ayudándote a seguir adelante y animándote a que continúes con el entrenamiento. Es la clave para no buscar excusas a la hora de entrenar. Con un entrenador personal, entenderás mejor el interés y los beneficios de los ejercicios que te proponga. Te apoyará constantemente para que puedas tener confianza en lo que haces. Además aporta una dinámica y una regularidad a los entrenamientos. Su análisis, su ánimo, su presencia y su cordialidad te permitirán sentir de verdad el apoyo que necesitas y ayudarte a superar tus límites. En definitiva, un entrenador personal te ayudará a mantener la motivación.

La personalización es, sin duda, uno de los mayores beneficios de los entrenamientos personales. Estos entrenamientos se ajustan a tus necesidades. Un entrenador personal crea un programa específico para tus necesidades según tus objetivos, tu anatomía, tu estado de salud y forma física, el ritmo de vida que llevas, tu edad y otros muchos factores que influyen para alcanzar los mejores resultados.

Un entrenador personal no es un nutricionista, sin embargo, este tiene nociones básicas de nutrición, válidas para poder aconsejarte sobre la alimentación que puedes seguir durante tus entrenamientos. Este punto es especialmente importante, pues, la suma de ejercicio más una buena alimentación, es la clave para conseguir un buen estado de salud y físico.

La formación del entrenador personal les capacita a realizar entrenamientos seguros, evitando que puedas lesionarte. Ten en cuenta que, un entrenador personal, estará en todo momento supervisando que realices los ejercicios deportivos de forma adecuada y te enseñará a estirar correctamente antes de empezar con tu rutina deportiva.

Otra de las ventajas es que el entrenador personal normalmente se convierte en un modelo a seguir. Quieres seguir entrenando para estar tan saludable como él y en cada sesión estás viendo un ejemplo de que con perseverancia todo se puede.

Llegar a los objetivos no es nada fácil. En un entrenamiento personal, el profesional se encarga de poner objetivos reales que se puedan cumplir. Además, te ayudará a aprovechar al máximo cada entrenamiento, haciendo que este merezca la pena. Es más que probable que realizando entrenamientos personales alcances los objetivos de manera más rápida que en clases grupales, o realizando tú solo el entrenamiento en un gimnasio.

Se ahorras tiempo, porque sólo realizas los ejercicios que más te ayudan a lograr tu objetivo. Además, te aseguras de que estás haciendo cada ejercicio de forma correcta, ya que si tu postura, tus movimientos o la intensidad no son adecuados siempre va a estar ahí para corregirte.

Todo depende de la relación y el contacto establecido con tu entrenador, pero con regularidad e intensidad en los ejercicios, se pueden obtener resultados al cabo de un mes. En general, se observan cambios reales al cabo de entre uno y tres meses. Cada sesión representa una victoria y un avance hacia tu objetivo final. Tu entrenador sabrá recordarte los diferentes.