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Priapismo o erecciones de cuatro horas: científicos estudian el nuevo efecto de la covid en mayores de 60

  • Dos hombres mayores de 60 años han sufrido una erección prolongada al sedarles por padecer coronavirus grave

  • Ambos casos han sido analizados por artículos en el American Journal of Emergency Medicine

  • El priapismo isquémico es un trastorno poco frecuente

Priapismo. Es el término empelado para definir las erecciones que nada tienen que ver con la estimulación sexual. Suelen ser largas, de hasta cuatro horas, y se producen cuando la sangre se queda atrapada en el pene. Los científicos estudian ahora que pueda ser una de las consecuencias del coronavirus, tras publicarse la existencia de varios caos que han sido analizados en el American Journal of Emergency Medicine. Te contamos en qué pacientes se ha dado, qué solución dan los médicos y cuáles pueden ser las consecuencias.

Todos los casos en mayores de 60 años

El primero de los casos se produjo en verano del pasado año en un hombre de 69 años con antecedentes de obesidad. Tras una semana de tratamiento contra el resfriado, su condición empeoró y en urgencias le diagnosticaron coronavirus grave. Tras intubarle y comenzar la ventilación mecánica, desde enfermería reportaron la erección, que horas atrás no existía.

El otro caso ocurrió en Versalles, a las afueras de París. En este caso el paciente tenía 64 años y llegó a cuidados intensivos también en una condición extremadamente grave. Tras varios días de tratamiento, se procedió a la sedación y a conectarlo a un respirador. A las horas, el resultado fue el mismo que el anterior, una erección mantenida durante más de cuatro horas.

Según la Asociación Americana de Urología, hay dos tipos generales de priapismo: priapismo isquémico, en el que la sangre no puede salir del pene, y priapismo no isquémico, en el que el flujo sanguíneo al pene no se regula muy bien. En ambos casos el diagnóstico apuntaba al primero de ellos que es considerado como una emergencia médica ya que el pene no está preparado para aguantar una erección tan prolongada y puede terminar causando daños o fracturas irreversibles.

Hielo o pinchazo, las soluciones médicas

En ambos casos, al ver que la erección no disminuía pasadas las tres horas, los doctores decidieron aplicar compresas de hielo frías para intentar bajar la erección. El hombre de 69 años, al no mejorar con esta solución, tuvo que someterse a unos pinchazos para extraer la sangre y, pese a que el problema se solucionó, falleció a los pocos días por coronavirus.

Lo mismo ocurrió con el otro caso, en el que los doctores tuvieron que terminar extrayéndole la sangre por medio de un pinchazo. La muestra de sangre tenía coágulos oscuros y con alto contenido de dióxido de carbono y bajo contenido de oxígeno, por lo que era compatible con el priapismo isquémico. Después de unos días, consiguió superar la enfermedad.

Los coágulos, una secuela ya probada de la enfermedad

Los coágulos de sangre se producen casi en la mitad de pacientes con coronavirus severo, según un estudio publicado en la revista 'Science Translational Medicine', aunque no suelen ser frecuentes en el pene. Estos se producen por un anticuerpo autoinmune que circula por la sangre, atacando las células y desencadenando esta reacción en arterias, venas y vasos microscópicos. "Los anticuerpos de pacientes con infección activa por COVID-19 crearon una sorprendente cantidad de coágulos, algunos de los peores coágulos que jamás hayamos visto", explica el autor del estudio, Yogen Kanthi, del Centro Cardiovascular Frankel de Medicina de Michigan (Estados Unidos).

La forma más frecuente de presentación de estos problemas es en forma de trombosis venosa profunda, es decir, cuando el coágulo se forma en las grande extremidades. La otra opción común es el tromboembolismo pulmonar, cuando se encuentra en las venas pulmonares. De entre estos dos, el tromboembolismo pulmonar es la complicación más grave, ya que se impide el paso de la sangre al pulmón para su correcta oxigenación.