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Análisis de experta: las sombras que ve la viróloga Margarita del Val a las vacunas que llegarán a partir de enero

  • ¿Qué quiere decir un 95% de la eficacia? ¿Frenará la transmisión? ¿Serán las definitivas? ¿Y si se mezclan? Hablamos con la viróloga del CSIC de estas y otras dudas

El mundo entero mira con esperanza a enero de 2021. Es la fecha marcada en rojo para comenzar con la distribución de vacunas contra la covid-19 y, aunque los primeros grupos de mayores de 64 sin patologías previas no la recibirán hasta pasado marzo, la llegada de las dosis a primeros de año deja las primeras dudas dentro del ámbito científico. Hemos hablado con la viróloga del CSIC Margarita del Val sobre las incertidumbres que dejan las vacunas que ya han sido anunciadas.

No se sabe si frenarán la transmisión del virus

Uno de los principales objetivos de cualquier vacuna contra una enfermedad que se contagia como la covid-19 es detener las cadenas de transmisión del virus. Que quien esté vacunado no pueda infectar a otra persona. Sin embargo, a juicio de Del Val, esto no estaría planteándose con las vacunas que llegarán en enero.

"Las tres que están en primera línea están dando datos absolutamente incompletos e injustificados, no basados en datos públicos. Una de ellas, en su propuesta de ensayo clínico, ni le preocupa si frena la transmisión o no, no lo va a medir, y otra de ellas lo va a medir pero no ha dicho cómo. La tercera, la de Oxford, sí que ha hecho afirmaciones sobre ello pero tampoco ha mostrado datos", explica la investigadora.

Basadas en indicios, no certezas

Los indicios con los que se han anunciado las nuevas vacunas para que se siga invirtiendo y apostando por ellas no los tenemos que entender como certezas. "Me parece muy prometedor que vacunas que no se han probado antes estén pudiendo hacer una cosa tan poco ambiciosa como proteger de síntomas leves y moderados, pero lo están haciendo. Y es un paso para seguir adelante", explica Del Val.

"Nos tenemos que dar cuenta de que estamos preparando cosas por si acaso. Pero estamos en un momento de indicios, no certezas. Un 95% de eficacia no quiere decir nada, porque está protegiendo de algo, a leves y moderados, que de momento no necesitamos para nada. Si al menos protegieran a las personas cortando en un 100% la transmisión, tendrían una utilidad, pero es que eso ni lo van a mirar", dice.

Posiblemente no sean las definitivas

Las primeras dosis de vacunas que recibiremos en enero no serán las que se quedarán con nosotros para siempre. Posiblemente ni siquiera para todo el año.

"Depende de que esos indicios se transformen en algo más importante o no, pero es imposible de predecir cómo serán de robustas. La experiencia desde los años 50 nos dice que hay muchas que prometen y se quedan en nada. No es lo mismo proteger de síntomas leves que de los graves, que son los que provocan la infección que a las dos semanas te deja en el hospital. Son dos mecanismos distintos. La Historia te dice que hay vacunas que protegen de algo pero no del todo", explica Del Val.

Si se mezclan por zonas será un despiste

Podría darse la compleja situación de que en una región se estuviera vacunando, por ejemplo, con las dosis de Pfizer y en otra contigua con la de Oxford/AstraZeneca. Ambas tienen diferencias, pero lo que más preocupa a Margarita del Val no es eso, sino el despiste que puede conllevar a la hora de analizar los resultados de eficiencia sobre la población.

"Se va a tener mucho cuidado para que eso no ocurra", nos comenta. "Si eso pasa no se sabrá si tienen algún problema de seguridad especial o menos eficacia. Si se mezclan vacunas en la misma zona puede ser un despiste total y una pérdida de información para las siguientes vacunas tremenda". Por eso, aboga por continuar con estrategias pasadas "que sabemos que han funcionado". "Conviene que no se mezclen para saber en los primeros millones de persones qué errores no cometer", concluye.

Todas las vacunas sirven

Sean de una manera u otra, se apliquen con una estrategia o con otra, lo cierto que es, como dice Del Val, no hay vacunas mejores ni peores. "Las mejores son las que se pueden ir arrinconando el virus e inmunizando a poblaciones enteras relevantes, pero las que no son óptimas valen para otras situaciones". Por ejemplo, en lugares rurales, donde hay poco contagio, "no importa tener una vacuna que no corte la transmisión. No importa porque nunca se va a montar un brote", nos cuenta.

Del Val compara ese tipo de vacunas a la de la polio actual. "Una de las vacunas de la polio no protege de la transmisión y se aplica en países que ya no tienen polio pero por si alguna persona va a viajar a zona con polio endémica. Esa vacuna tiene utilidad donde ya ha pasado el fuego, es como dejar un retén. Tiene su utilidad y hace falta", explica la especialista.