Sin duda alguna es el accesorio de la temporada. Ojalá fuese por moda y no por necesidad. Las mascarillas de tela han llenado escaparates de todo tipo de tiendas. Sin embargo, no todas protegen igual, ni siquiera todas están homologadas (y en plena segunda ola de la pandemia esto es fundamental). Cuando empezaron a fabricarse valía con que fuesen de cualquier tela que tuviésemos en casa, después la recomendación es que fuesen de algodón y llevasen siempre filtro, sin embargo, ahora las tornas han cambiado. Te explicamos qué mascarillas de tela debes usar, en qué te debes fijar y en qué casos los filtros son prescindibles.

UNE 0065:2020. Es la referencia que debes buscar en las mascarillas de tela que compres tanto por internet como en tienda física. Este código asegura que esa protección cumple con los parámetros de filtración y respirabilidad y que por lo tanto está homologada. También entran dentro de esta homologación las especificaciones UNE 0064-1 (adultos) y UNE 0064-2 (niños).

Por lo tanto, ya no sirven todas. Aquellas que hacían las vecinas y amigas o las que tú mismo cosías en pleno confinamiento no son seguras. Cualquier mascarilla que no tenga esta etiqueta no cumple con los parámetros mínimos, no se considera una barrera efectiva y puede crear una falsa sensación de seguridad a quien la lleva puesta y a su entorno.

Debemos tener en cuenta que las mascarillas de tela homologadas son mascarillas higiénicas reutilizables y que por lo tanto solo son recomendables para las personas que no presenten síntomas relacionados con el coronavirus. Además, para que mantengan su eficacia, no se debe superar el número máximo de lavados recomendados, ya que a partir de ese momento no se asegura en ningún caso la protección.

La Asociación Española de Normalización (UNE), que ha sido la encargada de crear esta especificación, asegura que los requisitos mínimos expuestos en la norma son relevantes ya que "centenares de empresas están haciendo un esfuerzo extraordinario en la producción de material de protección en el combate contra el coronavirus; algunas lo fabrican habitualmente, pero para muchas es un campo nuevo de este tipo de sistema de protección".

Para saber si una mascarilla está homologada, además de la referencia, debe haber otra serie de datos que resultarán útiles a la hora de comprarla.

Pese a que en los meses de abril y mayo se aseguraba que las mascarillas de tela debían llevar un filtro, si estas son homologadas no hay necesidad. Ni el Ministerio de Sanidad, ni la OMS, aluden a la necesidad de incluir filtros en las mascarillas. Al considerarse, como ya hemos comentado, mascarillas higiénicas reutilizables tienen capacidad de filtración suficiente por ellas mismas y añadirles un filtro, lejos de ser útil, podría en jaque nuestra capacidad para respirar con ellas puestas.

Pese a la normativa, siguen existiendo en el mercado muchas mascarillas de tela que no están homologadas y en muchas de ellas se puede observar una especie de bolsillos en los que se pueden incluir filtros PM 2.5 de carbón activo. El problema de esta combinación es que no está testada en un laboratorio y por lo tanto su eficacia queda en entredicho, así como su compatibilidad con la piel.

Para lavar las mascarillas de tela se recomienda hacerlo en la lavadora, en un ciclo de media hora como mínimo y a una temperatura igual o superior a 60 grados. Al ser una prenda que está en contacto directo con la piel de nuestra cara, que es especialmente sensible, se recomienda usar detergentes para bebés, pensados para pieles reactivas.

Si prefieres no meterla en la lavadora, otra fórmula educas es sumergirla a durante media hora en una solución 1:50 de agua con lejía y después enjuagarla bien con agua y jabón, antes de dejarla secar. O por último, emplear un virucida, de los que ha aprobado el Ministerio de Sanidad, para desinfectarlas es de vital importancia seguir las instrucciones del fabricante.

Para dejarlas secar, lo ideal sería una secadora que alcance altas temperaturas, hacerlo con la ayuda de un secador de mano o colocarla al sol en las horas centrales del día. Cuando esté completamente seca se puede volver a utilizar.