"No hay fecha de vacunación", afirma un portavoz de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE), que representa a 220 residencias privadas, el 80% de las que hay en la Comunidad de Madrid. En un comunicado, AMADE afirma que el 88,75% de los centros representados no ha recibido las vacunas contra el coronavirus y no han recibido ninguna indicación de cuándo y de qué forma comenzará la campaña, lo que contrasta con la situación en Castilla y León y Castilla-La Mancha, comunidades limítrofes de Madrid en las que las vacunaciones en residencias comenzaron a finales de diciembre.

También a finales de diciembre, los responsables de AMADE contactaron con la CAM para que la comunidad les facilitara la fecha en la que podrían comenzar las vacunaciones y el número de dosis necesarios para residentes y profesionales sanitarios. "Hemos esperado 15 días y no hemos obtenido ninguna respuesta", señala el portavoz de la asociación. Ante la situación, AMADE realizó un cuestionario entre sus asociados en el que sólo un 11,25% afirma haber recibido la visita de los equipos especializados en inyectar las dosis, mientras que sólo el 16,9% tiene fecha para iniciar el proceso para las primeras dosis.

"En este dato no están incluidos los que tenían cita para esta semana, ya que como es normal, por el efecto del temporal se han pospuesto, pero pedimos la máxima agilidad en el proceso y rigor para que se entregue el número de vacunas necesarias para todas las personas residentes y las profesionales de cada centro", afirma Pilar Ramos, presidenta de AMADE.

La encuesta también pone de manifiesto la opacidad con la que se está desarrollando todo el proceso de vacunación en la comunidad de Madrid. "Algo que todos los responsables de los centros destacan es la falta de información sobre el proceso en general, sobre cuándo van a acudir y cómo va a ser la logística y además, otro de los aspectos que destacan es la lentitud con la que se está llevando a cabo", señala Ramos.

Pilar Ramos también vincula este retraso con la primera oleada de la pandemia, en la que las residencias fueron las más perjudicadas. "No podemos olvidar lo que se vivió. Las personas que viven en residencias reciben servicios de ayuda a domicilio o acuden al centro de día y las que trabajan por y para ellos son las más vulnerables ante el Covid-19 y no se nos puede olvidar todo lo que hemos vivido y que cada vida importa", afirma la máxima responsable de la asociación.

Según la misma encuesta, más del 85% de los profesionales que han participado en el cuestionario han dado el consentimiento informado para recibir la vacuna, un dato alto, pero insuficiente para AMADE. "Queremos llegar al 100% alcanzado en algunos centros", señala Pilar Ramos.

Para lograrlo, según la asociación, habría que informar mejor sobre la vacuna y no sobre los efectos secundarios. Respecto a los residentes, más del 90% quiere vacunarse, posiblemente por sentirse más amenazados que otros colectivos. "Se trata de una generación que ha visto los cambios que se han producido en la sociedad con los avances de la ciencia, que han convivido con la pandemia y que quieren proteger a quienes los cuidan", explica la presidente de AMADE antes de poner en valor al colectivo senior: "son el ejemplo que todos debemos seguir".