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El miedo de investigadores y la OMS: claves para entender el riesgo de una mala vacuna o una reacción grave

  • La farmacéutica AstraZeneca paraliza los ensayos de su vacuna después de que un voluntario que la estaba probando haya sido diagnosticado con mielitis transversa

  • Esta era una de las vacunas que antes iba a llegar al mercado y la más prometedora para personas mayores y vulnerables

  • Hablamos con dos investigadoras del CSIC sobre los efectos secundarios que pueden tener las vacunas

Los ensayos de la vacuna de Oxford y AstraZeneca, paralizados. Uno de los voluntarios que había recibido la dosis ha sufrido una mielitis transversa, por lo que la farmacéutica ha decidido detener el proceso a pesar de que ya estaba en una fase avanzada. ¿De qué hablamos cuando oímos que una vacuna puede tener efectos adversos, una mala reacción o empeorar la pandemia si se corre demasiado?

Para empezar, no todas las vacunas son iguales y, por tanto, sus efectos secundarios, tampoco. En el caso del virus de la gripe, a pesar de que cada año la vacuna se modifica dependiendo de la cepa predominante, estos síntomas asociados son muy conocidos: "reacciones leves o moderadas en el punto de inyección, o una fiebre transitoria general. Ocasionalmente causa alergia a algún componente del huevo, que es donde se crece este virus en grandes cantidades antes de inactivarlo y prepararlo como vacuna. Con muy poca frecuencia (1,26 por 100.000 años‐ persona) causa un síndrome severo de Guillain‐Barré", explica Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del CSIC y miembro de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).

En las vacunas contra el coronavirus que están ya en la fase 3, sobre todo la de Oxford / AstraZeneca, al margen de este revés que la compañía ha tildado de un "proceso rutinario", por el momento los efectos secundarios que ya han publicado son "cansancio, malestar general, dolor de cabeza, irritación en el punto de inoculación", nos cuenta María Montoya, directiva de la SEI e investigadora científica del CIB-CSIC. "En esta vacuna el dolor de cabeza ya se preveía y a uno de los grupos le administraron Paracetamol y tuvieron menos efectos secundarios", comenta. Precisamente es esta vacuna de la que España tendría las primeras dosis en diciembre, un plazo que ahora parece más imposible aún.

Las reacciones más graves

Al margen de los efectos adversos relacionados con la estimulación del sistema inmunitario (fiebre leve, cansancio...), también, en algunos casos, se pueden producir reacciones más preocupantes. "Los efectos de las vacunas pueden ser de cualquier tipo, incluidos graves. En el pasado alguna causaba incluso mortalidad a muy bajo nivel pero ya no están autorizadas vacunas de ese tipo. Son tan diversos pero tan infrecuentes que en general no se puede predecir, ni de qué tipo puede ser, ni a qué población puede afectar, cuando se está investigando, desarrollando, produciendo y testando en ensayos clínicos un nuevo candidato vacunal. Hay reacciones muy poco frecuentes pero más graves, como reacciones alérgicas severas, urticarias y reacciones en la piel, trastornos neurológicos, etc.", explica Margarita del Val.

Cuando algo así se detecta en los ensayos, se detienen, como acaba de ocurrir con los de AstraZeneca. Según han informado, uno de los voluntarios ha desarrollado mielitis transversa y la prudencia, en estos casos, predomina.

"Los científicos somos prudentes porque hemos visto casos de que todo iba rodado y hemos tenido que volver a la casilla de salida. No vas a generar un problema más grande del que quieres solucionar. Para evitar esto hay unas fases, unos plazos y unas agencias reguladoras que por ley autorizan todo el proceso", explica Montoya.

La OMS avisa sobre una rapidez excesiva

Además, los expertos de la OMS, en un artículo publicado en The Lancet, también lo han advertido: "la utilización de una vacuna poco efectiva podría empeorar la pandemia de COVID-19 si las autoridades asumen erróneamente que reduce el riesgo de manera sustancial, o si las personas vacunadas creen equivocadamente que son inmunes, reduciéndose otras medidas de control de la COVID-19 o su cumplimiento". ¿En qué consiste este empeoramiento del que habla la OMS?

Para Margarita del Val "hay aspectos de las vacunas que pueden alejarse de lo óptimo, que es la protección total, duradera y segura frente a la infección por el coronavirus", y cita cuatro ejemplos en los que la vacuna no sería del todo efectiva:

1.- Una vacuna que no se pueda administrar todavía a los grupos de riesgo y de más edad, porque todavía no se hayan hecho en esos grupos los ensayos clínicos previos de seguridad y de eficacia

2.- Una vacuna que proteja de los síntomas pero no de la multiplicación del coronavirus en la persona vacunada cuando ésta se infecta tiempo después

3.- Una vacuna que solo proteja por debajo del 50%; este tipo de vacunación puede dar una sensación de falsa seguridad y hacer abandonar medidas de salud pública de eficacia ya comprobada y utilización habitual por la población

4.- Una vacuna que proteja durante muy corto tiempo; puede ser útil sólo para controlar brotes, vacunando a los contactos de los contagiados o a toda la población local; sin embargo, puede también dar falsa sensación de seguridad.