Cuando parecía que ya teníamos controlados lo síntomas que están asociados con ómicron, es decir, los mismos que los de un catarro al uso: fiebre, mucosidad, tos, cansancio… y nos habíamos olvidado de otros que estaban más asociados a delta como la pérdida del gusto y el olfato o el dolor muscular, llegan los expertos y nos advierten de unos nuevos que se pueden asociar fácilmente a una gastroenteritis.

Pese a que esta sexta ola se ha asociado sobre todo a un cuadro leve y, en ocasiones, asintomático, el médico estadounidense Bill Admire, ha asegurado esta semana en una entrevista en The Sun, que, con esta variante los problemas no son respiratorios. "Los pacientes con problemas gastrointestinales se recrudecen y tienen más síntomas”".

El doctor asegura que se han observado cada vez más síntomas intestinales asociados a la covid-19, como pueden ser las náuseas, el dolor abdominal, los vómitos, la pérdida de apetito y la diarrea. Si bien es cierto que suelen estar acompañados de otros más comunes de ómicron.

Esta hipótesis que defiende el doctor Admire, ya se ha demostrado en varios estudios, que determinan las náuseas y los vómitos como los más comunes junto con el dolor de garganta o el debilitamiento de los sentidos.

Otro estudio, realizado por especialistas de Tufts Medical Center, en Boston, Estados unidos, llaman a guardar la calma, sin embargo, también afirman que los vómitos, nauseas y diarreas pueden preceder a la sintomatología que conocíamos hasta ahora. "Las investigaciones indican que el SARS-CoV-2 puede ingresar al sistema digestivo a través de los receptores de la superficie celular destinados a una enzima llamada ACE2", explica el documento.

De acuerdo con los expertos, estos receptores son cien veces más abundante en el tracto gastrointestinal que en el tracto respiratorio. "Es posible que algunas personas con COVID-19 experimenten solo síntomas gastrointestinales, mientras que otras pueden desarrollar síntomas respiratorios junto con diarrea, náuseas o vómitos”.

Por si confundir ómicron con una intoxicación alimentaria fuera poco, una última investigación ha desvelado que la afonía o la voz ronca es uno de los primeros síntomas que se manifiestan al contagiarse coronavirus, por lo que esto podría indicarnos con rapidez que podemos tener el virus en nuestro cuerpo.

Este nuevo dato coincide con los síntomas que comunicó la doctora sudafricana Angelique Coetzee, la primera persona que diagnosticó los primeros casos de esta variante. Por lo que este picor de garganta y tener tomada un poco la voz podría avisarnos de que estamos contagiados, siempre y cuando estén sumado a otros síntomas como la secreción nasal, los estornudos, la tos o la fiebre.