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Del 'hatha' a las posturas más difíciles: claves para iniciarse en el yoga a los 60

  • Es una disciplina que no tiene edad, cualquier persona que pueda respirar puede practicar yoga

  • El Hatha Yoga es el más recomendable para principiantes maduros

El perro boca abajo, la cobra o el saludo al sol. Son algunas de las posturas imposibles del yoga. Una disciplina que aúna cuerpo, mente y alma. A priori puedes pensar que es complicado, que no eres lo suficientemente flexible o que jamás lo lograrás. Pero, ¿te has planteado alguna vez tirarte a la piscina y probarlo? No es tarde, es más puede ser el mejor momento. Almudena Sánchez, profesora de yoga en Almudena Yoga Life, nos cuenta qué debes tener en cuenta y los beneficios que te aportará comenzar a practicarlo.

"El yoga no tiene edad. Cualquier persona que pueda respirar puede practicarlo. Es más, es especialmente recomendable para personas maduras, incluso para aquellas que tienen dificultades de movimiento. Las posturas se pueden adaptar a todas las necesidades con ayuda de soportes, mantas, sillas o cinturones", comenta la yoguini.

Cuál elegir y cada cuánto practicarlo

Dentro de las diferentes disciplinas que hay dentro del yoga, Sánchez recomienda comenzar con el Hatha Yoga. "Es el más adecuado para los principiantes mayores de 50 o 60 años". Las clases comienzan con un ejercicio de respiración, después de realiza el saludo al sol y una secuencia de doce posiciones enlazadas para acabar con posturas invertidas y unos minutos de relajación. "Otra buena opción sería el Yoga Iyengar que se centra más en el alineamiento corporal y que trabaja con cinturones o bloques", añade.

Una periodicidad de dos o tres veces a la semana será suficiente para comenzar, ya que si pasa una semana entre sesión y sesión es como empezar de cero. "Los efectos a nivel físico y mental se van implementando poco a poco pero hay que mantener un ritmo adecuado. Además, yo siempre recomiendo a mis alumnos que los días que no van a clase hagan en casa algún tipo de flexión, torsión o respiración", apunta la experta.

Beneficios para la salud física y mental

Según cumplimos años tenemos más tiempo para nosotros mismos y nuestras familias, para el ocio y el disfrute. Sin embargo, a partir de este momento también podemos llegar a ser más vulnerable a algunas dolencias. El aumento de peso y la pérdida de la densidad ósea son algunas de ellas y precisamente esta disciplina, gracias a pequeños movimientos sencillos, las frena.

Además, "ayuda por un lado a aumentar la flexibilidad y la agilidad. Se potencia el equilibro y, gracias a la fortificación de los músculos de las piernas y la espalda, reduce los dolores crónicos en estas zonas", explica Almudena Sánchez.

A nivel interno los movimientos de torsión son muy interesantes. “Ayudan a masajear los órganos internos sin hacer grandes esfuerzos. Aumentan las defensas, mejoran las digestiones, y regula, incluso, la hipertensión. Las posturas invertidas también son muy buenas para el riego sanguíneo”, cuenta la yoguini.

Recomendaciones y precauciones antes de comenzar

Como cualquier ejercicio físico, el yoga requiere un periodo de adaptación y una curva de implementación. Es muy importante fijarse los días que se va a practicar y que estos se conviertan en algo inamovible. “En importante elegir un grupo de principiantes y que el primer día de clase hables con tu profesor para comentarle tu condición física y que adapte las asanas (posturas) a tu nivel y capacidad. Hay que quitarse de la cabeza las ideas preconcebidas, hay muchas cosas que son yoga más allá de las fotos que todos tenemos en mente”, aclara la profesora de Yoga Life.

Eso sí, no todas las posturas son gozosas, elcuerpo se somete a cosas que hasta el momento eran desconocidas para él y por tanto suponen un esfuerzo, siempre asequible. "Las posturas más recomendables para principiantes de cierta edad son los saludos al sol, ya que repercuten en la flexibilidad de la espalda y corrige la curvatura. Por otro lado todas las posturas de pie, que fortifiquen las piernas, las torsiones, inclinaciones y las flexiones", comenta la yoguini.

Es una disciplina en la que se avanza poco a poco pero de manera constante. “No hay que volverse locos, cada persona obtiene unos resultados del yoga, no existen solo unos buenos y válidos”, concluye Almudena Sáchez.