Todavía queda mucho por estudiar y descubrir sobre el coronavirus. Pese a que ya lleva un año entre nosotros, los contagios y la forma en la que se producen, suelen darse entre personas sin mascarilla y a una distancia corta, tienen algunas lagunas que los científicos todavía no son capaces de descifrar. Por ejemplo, ¿cómo puede ser que una persona que solo baja a comprar el pan con mascarilla se contagie y ni su mujer ni el resto de su familia lo hagan conviviendo con él y sin distancia? Además de las cosas inexplicables, hay también algunas asombrosas. Lugares insospechados a través de los cuales se puede colar el virus. Te contamos cuáles son.

Aunque tocar la tapa del inodoro no es algo especialmente atractivo cuando usamos el aseo de un bar o restaurante, es algo que, sin duda, debería hacer antes de tirar de la cadena. Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Yangzhout, en China, y publicado en Physics of Fuids laerta de que este gesto en tiempos de covid puede ser de gran utilidad para evitar posibles contagios.

Los científicos han llegado a la conclusión de que al tirar de la cisterna se expulsan partículas en forma de aerosol que pueden alcanzar una altura superior a un metro y que flotan en el aire hasta un minuto después de la acción. En caso de que una persona contagiada haya utilizado el baño, afirman, es posible que se hayan quedado restos del virus en el agua y al tirar de la cadena se diseminen y puedan contagiar a terceros.

Pese a que los expertos no aseguran que, dado el caso, la persona vaya a enfermar con un 100% de seguridad, recomiendan bajar bien la tapa por precaución, al igual que lavarse las manos después de cualquier actividad para evitar que el virus pueda llegar a otras zonas del baño. Además, con este hecho se recalca la necesidad de llevar la mascarilla puesta en todo momento dentro del baño ya que, aunque estés solos, puede haber gotículas suspendidas en el aire.

Si vives en un bloque antiguo es muy posible que los conductos de ventilación de tu baño conecten con los del resto de vecinos. Casi un 38% de las viviendas habitadas a día de hoy cuentan con aseos sin ventanas que dan a un canal de ventilación común y que dejan entrar y salir el aire sin más traba que una rejilla. Por lo tanto, si en una casa hay una o varias personas contagiadas, las partículas de aire, en circunstancias muy concretas, podrían pasar de un piso a otro. Dado el caso, con solo abrir la puerta del baño, usar un secador de pelo o dejar la puerta abierta mientras el extractor de la cocina está puesto, el virus avanzaría sin control por todas las estancias.

Precisamente lo mismo ocurre con la ventilación del extractor, que puede estar conectada al mismo canal común del bloque y, si el filtro está dañado, sucio o en mal estado, el efecto sería el mismo que el anterior. La succión de este electrodoméstico tiene capacidad para provocar que el 100% del aire de un piso de 100 metros cuadrados se renueve en 100 minutos y, si las ventanas están cerradas, este aire viene de los conductos de ventilación.

Esto ya ha ocurrido en Seúl donde ocho personas de cinco viviendas del mismo bloque se contagiaron en solo cuatro días. El estudio epidemiológico realizado en el edificio concluyó que no hubo “otro contacto posible” entre los infectados que no fuera este conducto común.