Seguimos nuestra aventura de Ruta 67 con este mítico actor de la escena española. Echanove es el tercero de nuestros invitados, tras el presentador Jesús Vázquez y la periodista e instagramer Marta Barroso, y justo antes de la modelo senior Pilar de Arce.
Entra en plató y modula la voz. Localiza la cámara a la derecha. El foco es favorecedor. “¿Se me oye bien? Un, dos, un, dos”, dice Juan Echanove nada más colocarse en el punto acordado, junto al pulsador y frente a las siete pantallas. Más de cuatro décadas trabajando en escenarios y sets, son muchas tablas y saber estar. Y se nota. Empieza la entrevista y hablamos sobre la ruta de la vida con este madrileño que aprecia de verdad las cosas buenas de la vida.
Echanove es una de las caras más conocidas y afables de nuestras pantallas y empezamos preguntándole por su infancia en las afueras de Madrid, dentro de una familia humilde de tres hermanos. “Recuerdo mi infancia como una etapa feliz, de espacios abiertos, poca gente y barrios sin semáforos”, explica tras darle al pulsador y aparecer una foto de él junto a su madre y sus hermanos mayores.
Se define como un “disfrutón”. “La vida es algo maravilloso, lo más maravilloso que existe, porque es el caldo de cultivo sobre el que se desarrolla todo”, afirma. Habla con la sabiduría que aporta una vida llena de experiencias, anécdotas y aprendizajes en la que la edad es solo un número. “Estoy muy a gusto siendo quien soy y teniendo la edad que tengo. Soy un sesentón y lo soy a gusto”, añade con una sonrisa.
Con idéntico entusiasmo ha disfrutado siempre de su trabajo como actor. “No sé cuándo empecé a darme cuenta de que quería ser actor, a mí me gustaba jugar y divertirme… y salir a un escenario y que me aplaudieran”, explica sobre el origen de su vocación. “Empecé a trabajar a los 17 y llevo 45 años sin parar”, añade. El dinero no le mueve pero esconsciente de que disponer de cierto ahorro le ha permitido poder elegir sus papeles y dedicarse a producir obras que de verdad le han importado. “Te da independencia”, recalca.
Su pasión por el cine y el teatro le ha ido dejando grandes reconocimientos, entre ellos dos premios Goya: “Recuerdo con cariño mi Goya por ‘Divinas palabras’, una de las mejores que películas que hice, y lo guarda mi madre como todos los premios que me han dado”. Nos explica que fue uno de los momentos más especiales de su vida, junto al nacimiento de su hijo y el día en que conoció a su mujer.
Su Concha de Oro en San Sebastián es el premio del que guarda un recuerdo más “iluminador”, como él lo define. “Antes de salir a recogerlo me quedé solo con Robert Mitchum”. El protagonista de ‘La noche del cazador’ le dio entre bambalinas un consejo que nunca más olvidó. Dale al play del vídeo para descubrirlo.