Cinco detalles para hacer tu día a día más sostenible en casa (y que antes no se hacían)
¿Iniciarse en la economía circular haciendo compost? Conseguir tu propio abono orgánico suena complicado, pero no lo es
Acciones como la compra de electrodomésticos eficientes o la creación de un jardín vertical contribuyen al ahorro energético en cas
Sigue cerrando el grifo cuando te estés lavando los dientes, pero añade un aireador para reducir todavía más el consumo de agua
Reciclar, reutilizar, consumir menos agua, ahorrar energía o apostar por productos ecológicos son pequeños cambios de hábitos que ir incorporando a tu rutina para hacerla más sostenible. Poco a poco, a tu ritmo, sin agobios y según te lo vaya pidiendo tu hogar. Porque sí, cada gesto cuenta en esto de tratar mejor al planeta y los que hacemos en el lugar que habitamos no iban a ser menos. Estas cinco ideas pueden ser un buen punto de partida para hacer más sostenible tu casa.
Empieza a hacer compost
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Suena complicado, pero no lo es. Conseguir tu propio abono orgánico, y de paso iniciarte en la economía circular, solo requiere de paciencia y de una compostadora. Paciencia porque los desechos de tu jardín, los desperdicios de la cocina y los restos de comida que utilices necesitarán al menos medio año para convertirse en compost que pueda utilizarse como abono. Y una compostadora porque es el recipiente en el que se realizará el proceso de descomposición evitando los malos olores.
Las hay de diferentes tamaños, suelen estar fabricadas en plástico reciclado y se colocan en el jardín, en contacto con la tierra y en zonas de semisombra para tener calor, pero no tanto como para que se reseque el contenido del interior. Sabrás que ya está listo para usarse cuando la mezcla tenga un aspecto homogéneo, un color marrón, esté fría y se pueda desmenuzar fácilmente.
Mejora el ahorro de agua
Lo de no aclarar los platos antes de meterlos en el lavavajillas o cerrar el grifo cuando te estés lavando los dientes es algo que ya se da por hecho. En el ahorro de agua, el nivel experto pasa, por ejemplo, por instalar aireadores en los grifos. Estas piezas, que son baratas, no requieren de obra ni precisan de cambiar la grifería, se encargan de mezclar el agua con el aire. De esta manera, la sensación de caudal no disminuye, pero sí la cantidad de agua consumida.
Si eres de los que tiene jardín o una terraza con plantas, opta por el riego automático por goteo frente a las mangueras. Al suministrar el agua gota a gota en la zona de la raíz, esta no se evapora y el ahorro es más que evidente. Además, a la hora de escoger plantas, busca aquellas que sean autóctonas de la zona en la que te encuentres, ya que estarán habituadas al clima. En su defecto, las plantas xerófitas, que absorben y almacenan toda el agua que reciben, son un valor seguro a la hora de reducir su consumo. ¿Un ejemplo de planta xerófita? Los cactus.
Consume productos ecológicos
Y no, no estamos hablando solo de comida y de la importancia de volver a lo de antes: a lo local, de proximidad y de temporada. Hablamos de decoración, de arreglos en casa o del uso de utensilios varios que también se han sumado a los certificados ecológicos. Esos distintivos que garantizan que lo que los luce no lleva toxinas de ningún tipo.
Sería el caso, entre otros, de las pinturas naturales: están creadas a partir de agua e ingredientes vegetales y son biodegradables. Nada de componentes tóxicos. Mejora tu salud y mejora el impacto en el medio ambiente. ¿Suma y sigue? Puedes continuar por textiles elaborados con fibras naturales para después lanzarte a por muebles que hayan sido elaborados con madera de bosques que se gestionan de forma sostenible.
Ahorra energía
Ventanas con buenos cerramientos y la utilización de aislantes en paredes y techos son un básico para evitar que el calor o el frescor, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos, se nos escapen o entren en casa. Además de trucos como ventilar únicamente durante unos 10 minutos en invierno y en las primeras horas de la mañana en verano, lograr la temperatura ideal en el interior de nuestros hogares sin consumir tanta energía puede conseguirse con trucos como un jardín vertical o una cubierta verde en el tejado.
Ambas opciones ayudan a disminuir el calor y filtran el aire. Y si la senda de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de carbono va captando tu interés, conviene que vayas teniendo en el radar las posibilidades que ofrecen energías renovables como la geotermia, la aerotermia o la fotovoltacia.
Compra electrodomésticos eficientes
No hace falta que tires nada ahora mismo, pero sí que tengas esto en cuenta cuando llegue el momento de sustituir alguno de tus electrodomésticos por uno nuevo. Un gesto tan sencillo como fijarte en la etiqueta de eficiencia energética que todos deben llevar puede suponeros, a ti y al planeta, un ahorro continuado del consumo eléctrico. Esta etiqueta clasifica los productos con letras que van de la A hasta la G, siendo A la de mayor eficiencia y G la de menor.
Además, incluye un código QR que permite consultar todos los datos necesarios relacionados con la eficiencia y, teniendo en cuenta el tipo de electrodoméstico que sea, la etiqueta también proporcionará información sobre aspectos como el ruido, la capacidad de almacenamiento o el agua que emplea en cada ciclo de lavado.