Cada vez son más los hombres a los que no les pesa el paso del tiempo, y es que una barba con canas, puede ser sinónimo de estilo y elegancia. No obstante, una barba canosa, al igual que el resto, se tiene que cuidar, y es que bien cuidada y tratada con los productos adecuados puede resultar de lo más atractiva y elegante.
Una barba con sus canas y bien cuidada es todo un símbolo de carácter, de madurez y, también de atractivo, las canas han dejado de acomplejar para abrirse paso incluso llegando a ser tendencia. ¡Te dejamos algunos consejos para lucirla con orgullo!
Sí, las barbas también tienen un champú específico para ellas y debe ser el primer ritual de belleza para mantenerla impecable. Las barbas grises con canas suelen ser un poco más secas y quebradizas y a muchas de ellas les falta brillo. Lo mejor es utilizar un champú hidratante o humectante para ayudar a su crecimiento, lo que hará que una vez lavada esté más suave.
Es importante lavar la barba con regularidad pues mantenerla bien limpia. En barbas cortas con el jabón o gel limpiador específico para rostro es suficiente. Para las barbas largas y medias es mejor el champú específico. Es conveniente evitar el champú normal para el pelo, ya que desengrasa la barba.
Al igual que los champús, también hay acondicionadores específicos para la barba que ayudan a conseguir una barba más suave. Los productos específicos no acaban en el champú y el acondicionador, también hay aceite para conseguir una nutrición extra, protegerla de los factores ambientales y hacerla más suave, además muchos de ellos son perfumados.
El aceite se recomienda para el bello facial fuerte. Las ceras para barba le aportan hidratación, brillo, estimula su crecimiento y además ayuda a darle la forma deseada. Los bálsamos para barba también son un aliado perfecto para controlar las barbas canosas rebeldes y darles forma. Además, a sus propiedades de peina hay que sumarle que cuida el pelo hidratándolo, dándole flexibilidad, protegiendo la piel y evitando los picores que la barba puede ocasionar.
Con la barba ya limpia e hidratada, toca desenredarla. Hay que utilizar un cepillo específico para barba, nunca un peine, ya que se puede dañar el pelo.
La barba también debe secarse. Lo ideal es utilizar toalla o secador, pero no debe hacerse cualquier manera. En barbas cortas, con secar con una toalla es suficiente. Debe hacerse sin frotar y de manera muy delicada. Para las barbas largas lo mejor es utilizar el secador de pelo, siempre a media y baja potencia y con el aire lo más frío posible para no dañarla.
Si aún con todos esos cuidados todavía estamos ante una barba quebradiza y áspera, existe un paso más allá para conseguir la barba soñada. Después de lavarla, masajea con un poco de aceite para barba. Envuelve la barba canosa en una toalla húmeda y caliente. Repite este procedimiento durante aproximadamente media hora. Posteriormente, aclara la barba con agua fría. Esto estimula la circulación sanguínea, cierra los poros y alisa las escamas del pelo. Si esto no revitaliza la barba lo mejor es ir a visitar al barbero profesional.
Es importante delimitar la longitud e ir controlándola cada dos o tres semanas. Además, es preciso hacer lo mismo con el volumen, para que siempre tenga un aspecto cuidado. Aunque el arreglo grande hay que hacerlo cada dos o tres semanas es importante hacer pequeños retoques en zonas específicas como pueden ser la comisura de la boca, en la parte del bigote o en los pómulos, para conseguir un aspecto perfecto la mayor parte del tiempo.
Es importante saber que no todos los tipos de barba quedan bien en cualquier rostro. Tener en cuenta la forma de la cara es fundamental para optar por las diferentes barbas que se pueden dejar crecer. Los rostros rectangulares son perfectos para barba de unos días, de semanas, una opción de medio a larga que destaque o una ancha y redondeada.