Chaleco lastrado: el secreto de los famosos para perder peso andando más rápido

La cuesta de septiembre no es solo económica y es que los excesos veraniegos terminan pasando factura, físicamente hablando. Enfundarte en unos pantalones o abrocharte el botón del traje no es tarea fácil y es que los vestidos vaporosos y las bermudas dan paso a los vaqueros y los jerséis. Como buen propósito de la nueva temporada, quitarse en este mes los kilos de más es un básico, también entre los famosos. Te contamos cuál es la rutina deportiva que siguen algunos de los personajes nacionales como Chenoa y que le permite volver al peso prevacacional en un abrir y cerrar de ojos, aunque no sin esfuerzo.

Como su propio nombre indica, se trata de un chaleco que se emplea para hacer ejercicio y que tiene numerosos bolsillos o carcasas en las que se puede añadir peso, ya sea en forma de sacos de arena, lastres o pesas. Cuanto más cargado lo llevemos, más intensidad conseguiremos en el entrenamiento y se puede ir agregando o restando en función de los ejercicios que queramos realizar. 

Es especialmente interesante para las actividades al aire libre como caminar, correr, trotar o hacer senderismo. Se puede adaptar a cualquier forma física y serás tú mismo el que vayas poniéndote metas que cumplir. Eso sí, nunca empieces a entrenar con ello totalmente cargado, los huesos y músculos necesitan un tiempo de adaptación. La clave, explican los expertos, es no llevar nunca un peso tan elevado que te impida realizar el ejercicio correctamente. De no seguir esta recomendación puedes poner en verdadero riesgo tu salud. 

Antes de colocarnos uno debemos tener en cuenta dos premisas. La primera de ellas, dominar el ejercicio totalmente y la segunda conseguir la máxima intensidad sin tenerlo puesto antes de sumarle más y más peso. 

Poner más peso del corporal a nuestros ejercicios nos permitirá entrenar como si estuviésemos en el gimnasio, pero sin necesidad de acudir hasta él. Si lo utilizamos mientras hacemos ejercicios de cardio, los movimientos serán más cansados y mejoraremos la resistencia aeróbica. El resultado final: más calorías quemadas en el mismo tiempo y misma actividad. 

Además, aumenta la fuerza y resistencia, ya que los músculos se tienen que adaptar a un peso mayor. Por la misma razón, es una buena herramienta para aumentar a la masa ósea ya que para conseguir hacerse con el peso extra los huesos se vuelven más densos y fuertes, algo especialmente importante durante el envejecimiento ya que la sarcopenia empieza a jugarnos de las suyas.

Todas estas bondades las avala la ciencia y es que una investigación de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) asegura que incluirlo en nuestra rutina es un sistema eficaz para perder peso incluso sin hacer dieta. Al usarlo se activa el sistema de regulación interno que todos poseemos, disminuyendo el peso corporal y, por consiguiente, la masa grasa del organismo.