Rafael Nadal es uno de los deportistas más destacados de la historia de nuestro país y uno de los tenistas más laureados del mundo. A sus 36 años, el mallorquín, que comenzó su carrera profesional en 2002, cuando tan solo tenía quince años, puede presumir de haber ganado 92 grandes premios y de haberse convertido en el rey de la tierra batida a pesar de los problemas en el pie izquierdo que sufre de manera crónica desde prácticamente los inicios de su carrera y que recientemente le han obligado a retirarse del torneo de Wimbledon.
El impresionante palmarés del mallorquín comenzó a construirse en 2005, cuando con tan solo diecinueve años logró conquistar su primer Roland Garros, un torneo sobre el que acabaría reinando en los próximos años.
Desde su primera victoria, Nadal ha ganado todas y cada una de las finales que ha disputado en el Abierto de Francia, alzándose con el título en trece ocasiones más. La última victoria, de hecho, llegó este mismo año, en junio, cuando derrotó en tres sets al tenista noruego Casper Ruud en un partido que se extendió dos horas y veinte minutos.
Además de los éxitos cosechados en la tierra batida de Francia, Nadal también ha alcanzado la victoria en otros muchos torneos como Wimbledon, donde se ha alzado con el título en dos ocasiones, el Abierto de Estados Unidos, donde consiguió vencer en cuatro ocasiones, o el Abierto de Australia, donde ha salido victorioso en dos ocasiones. Asimismo, en 2008 pudo conseguir la medalla de oro individual de los Juegos Olímpicos de Pekín y en 2016 se hizo con el oro en dobles en los Juegos Olímpicos de Río, junto al tenista Marc López.
Los éxitos de Rafa Nadal han hecho que hasta la fecha sea el tenista con el mayor número de títulos de Grand Slam en individuales, superando a otras leyendas como Roger Federer o Novak Djokovic. En muchos casos, cuando se habla del tenista se dice que es de otro mundo, pero aunque su talento y habilidad son indiscutibles, en su trayectoria profesional también ha influido su capacidad para mantener una condición física óptima que le permita dar el máximo rendimiento en cada torneo.
En 2018, el mallorquín confesó en una charla en la página oficial de Facebook de la Rogers Cup que no está especialmente obsesionado con la nutrición, aunque tiene unos ingredientes favoritos que toma antes de cada partido.
Aunque por norma general suele comer lo que más le apetece, antes de saltar a la pista Nadal come pescado o arroz. La cosa cambia, no obstante, cuando se trata de la comida después del partido, ya que entonces la comida no está tan clara. “Depende de lo tarde o temprano que termines”, dijo. “Generalmente no me gusta comer inmediatamente después de los partidos, así que espero un par de horas”, añadió.
Transcurrido este tiempo, el tenista, según sus propias palabras, come lo que realmente le apetece, aunque si al día siguiente tiene un partido, intenta hacer las cosas “lo mejor posible” desde el punto de vista nutricional. “Soy muy normal en eso”, declaró.