¿Cuáles son los deportes que disparan el rendimiento sexual?

Practicar deporte es fundamental para llevar un estilo de vida sano. Además de ayudarnos a mantener nuestro peso bajo control, el ejercicio físico también puede, entre otros, fortalecer nuestros huesos y articulaciones, regular los niveles de azúcar e insulina en nuestro cuerpo, mejorar nuestro sueño y salud mental y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer, como el de colón o pulmón. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que alrededor de cinco millones de muertes anuales podrían prevenirse si se adoptara un estilo de vida más activo, recomienda realizar entre 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana o, en su defecto, entre 75 a 150 minutos de ejercicio aeróbico activo. Sin embargo, muchas veces acabamos dejando el deporte de lado, ya sea por exceso de trabajo, falta de tiempo o simple desmotivación. Pero ¿y si te dijéramos que el deporte no solo puede mejorar tu salud, sino también tus relaciones sexuales? 

Hacer ejercicio ayuda a mantener nuestro corazón sano, mejora nuestra capacidad respiratoria, nuestra agilidad y permite mantener los niveles de insulina en orden. Estos cuatro aspectos inciden directamente en la vida sexual de las personas, ya que mejoran tanto las erecciones como la excitación, aunque no todos los deportes son igual de efectivos. Según la ciencia, estos son los siete que más te ayudarán a mejorar tu vida sexual. 

Salir a correr no solo ayuda a que nos mantengamos en forma, sino que puede ayudar a los hombres a mejorar sus relaciones sexuales. Y mucho, además. Así lo dice un estudio de la prestigiosa Universidad de Harvard, que demostró que correr durante al menos media hora al día disminuye el riesgo de sufrir disfunción eréctil.

La natación es uno de los deportes más completos que podemos practicar y también uno de los que pueden mejorar nuestra vida sexual. Según un estudio de la Universidad de Harvard, nadar durante media hora durante, al menos, tres días a la semana puede ayudar a aumentar nuestra resistencia sexual. Para sacar estas conclusiones, los expertos de Harvard centraron su investigación en un grupo de 160 nadadores con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años y descubrieron que los nadadores de 60 años podían presumir de tener una vida sexual comparable a la que tenían con 40 años. Blanco y en botella. 

Los deportes de tipo aeróbico ayudan a reducir la probabilidad de sufrir factores de riesgo cardiovascular, como puede ser un alto nivel de colesterol. Estos factores pueden provocar el cierre de las arterias y provocar problemas de lubricación, erección y orgasmo, por lo que, al disminuir su riesgo de aparición, también estamos mejorando nuestra vida sexual. 

La vitamina D es esencial para producir testosterona, una hormona que aumenta la líbido y que resulta de enorme importancia en la vida de los hombres. El sol estimula la producción de esta hormona, por lo que practicar deportes al aire libre como puede ser el tenis y el fútbol puede sernos de gran ayuda si queremos mejorar nuestras relaciones. 

Levantar pesas no solo puede ayudarnos a perder grasa y tonificar nuestro cuerpo, sino que puede mejorar también nuestras relaciones sexuales. Y es que al levantar pesas generamos testosterona, una hormona que, como ya hemos mencionado, resulta imprescindible en la vida sexual. Además, si ganamos fuerza y músculo, también podremos probar nuevas posturas y darle un toque diferente a nuestras relaciones. 

Estos deportes pueden ayudar especialmente a las mujeres, ya que practicar baloncesto o voleibol de manera regular aumenta el flujo sanguíneo al clítoris, lo que, a su vez, potencia la función sexual femenina. 

El yoga es un deporte que ha ganado una enorme popularidad en los últimos años por los beneficios que aporta tanto a nivel físico como a nivel mental y que también puede ayudarnos a mejorar nuestras relaciones sexuales. Así lo dice, al menos, un estudio de la Loyola University HealthSystem, que defiende que el yoga en pareja puede aumentar la confianza mutua y la relajación, dos aspectos imprescindibles para tener buenas relaciones.