Según el psiquiatra y divulgador científico Daniel G. Amen, las personas que juegan a deportes como el ping pong "viven más" debido a que ejercitan una parte muy particular del cerebro. "El cerebelo representa sólo el 10% del volumen del cerebro, pero contiene más de la mitad de las neuronas. Es tremendamente importante, y una de sus principales funciones es la coordinación física, pero también la coordinación entre pensamientos", asegura.
Para el psiquiatra la clave está en la cantidad de información que este tipo de deportes te obliga a procesar. "En ping pong, por ejemplo, es un juego tremendamente rápido, pero no sólo eso. Jugado al más alto nivel, exige también un pensamiento estratégico. Entonces además la exigencia aeróbica, estamos poniendo en juego nuestros reflejos y nuestra capacidad estratégica. Estás estimulando el cerebelo y los lóbulos parietal, que ubica la pelota en el espacio, y frontal, que está constantemente elaborando estrategias".
Ya en 2008, una investigación de Universidad Columbia había establecido que la coordinación de música y movimiento, lo que viene a ser bailar, es "un placer doblemente beneficioso": "mientras la música estimula los centros de recompensa del cerebro, la danza activa sus circuitos sensoriales y motores".
Un artículo posterior de Harvard Medical School sobre el tema indicaba que: "la corteza somatosensorial, ubicada en la región media del cerebro, es responsable del control motor y también desempeña un papel en la coordinación ojo-mano. Los ganglios basales, un grupo de estructuras en lo profundo del cerebro, trabajan con otras regiones del cerebro para coordinar suavemente el movimiento, mientras que el cerebelo integra información del cerebro y la médula espinal y ayuda en la planificación de acciones motoras finas y complejas".
Una actividad cerebral parecida, pero acelerada, es la que se pone en juego en los deportes de palas de alta velocidad como el ping pong. "Es un ejercicio cerebral muy completo. De hecho, suelo decirle a mis pacientes: juega al ping pong, consigue un entrenador, alcanza el nivel más alto que puedas, porque esa es una forma de rehabilitación del cerebro".
Finalmente, hay que decir también que a nivel psicológico este tipo de deportes se pueden jugar a muchos niveles, desde el más básico y a cualquier edad, con lo cual no nos hacen sentir frustrados y en cambio nos ayudan a intentar mejorar nuestras propias habilidades. Y solemos jugarlos en compañía, con lo cual también fortalecemos nuestras relaciones afectivas, algo indispensable para el bienestar.