Cómo acabar con la inflamación crónica: "El entrenamiento de fuerza es la clave"
Los últimos estudios científicos muestran que la hinchazón abdominal y los procesos inflamatorios pueden evitarse mediante los nuevos tratamientos de desarrollo de la musculatura
La inflamación crónica relacionada con el envejecimiento, un proceso conocido como 'inflammaging', ha surgido como unos de los mecanismos fisiológicos clave que relaciona la obesidad con la resistencia a la insulina y la diabetes
Los nuevos tratamientos de desarrollo muscular acelerado persiguen el desarrollo de la musculatura, manteniendo el metabolismo activo
La inflamación en la enfermedad del siglo XXI. Su origen no está demasiado claro. En principio, podemos decir que parte del propio tejido adiposo, que puede ser el primer causante de la misma aunque existen otros factores como el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina o la permeabilidad intestinal. Lo que sí está claro es que todos los procesos se correlacionan entre sí y se retroalimentan positivamente formando círculos viciosos.
Clave en el envejecimiento
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La inflamación crónica relacionada con el envejecimiento, un proceso conocido como 'inflammaging', ha surgido como unos de los mecanismos fisiológicos clave que relaciona la obesidad con la resistencia a la insulina y la diabetes, además de estar íntimamente asociada con el desarrollo de otras patologías graves como la depresión, la artritis, el asma y las enfermedades cardiovasculares. Los estudios más recientes indican que el sobrepeso produce inflamación crónica de bajo grado o inflamación sistémica, que perpetúa la enfermedad y se asocia a múltiples complicaciones. Su intensidad es muy variable: a algunas personas apenas les molesta mientras a otras les altera sus actividades cotidianas y la calidad de vida.
La distensión o hinchazón abdominal puede aparecer en cualquier momento del día, pero es frecuente que sea menor por la mañana, aumente por la tarde, y sea más intensa tras las comidas. Sin embargo, últimamente existe una tendencia de entrenamiento denominada Musculación Estética que produce mejoras en cuanto a composición corporal, riesgo cardiometabólico, tolerancia al ejercicio y aumento de la biogénesis mitocondrial. Este tipo de tratamiento es seguro, eficaz y bien tolerado, mejorando la adherencia al entrenamiento físico en la población.
No solo estética
"El ejercicio físico no sólo se muestra como factor determinante en la prevención y tratamiento del sobrepeso, sino que mejora muchos marcadores, como la alteración del metabolismo de la glucosa, la dislipidemia y la hipertensión, además de aquellos implicados como factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, el estrés oxidativo y la diabetes", explica Alexander Pérez, creador del concepto de Musculación Estética con Wonder Technology para los nuevos tratamientos de desarrollo muscular acelerado. Se trata de nuevos tratamientos médico-estéticos enfocados en el desarrollo de la musculatura, mantienen el metabolismo activo y ejercen funciones de regulación hormonal para controlar diversos procesos biológicos, como por ejemplo el proceso inflamatorio. Este tratamiento tiene un efecto favorable sobre la composición corporal, ya que disminuye la masa grasa incluida la grasa abdominal, aumenta el colesterol HDL, disminuye el LDL y reduce la concentración de glucosa plasmática y la presión arterial sistólica y diastólica.
Contra la grasa visceral
El ejercicio muscular intenso aumenta la producción de adipoquina inflamatoria, que actúa como anti-inflamatoria y contribuye a la reducción de la inflamación crónica a largo plazo. Además, parece ser que ejerce un impacto positivo en la capacidad proliferativa de las células madre del músculo. “El entrenamiento de fuerza altera la grasa visceral y los niveles de varias citoquinas proinflamatorias, por lo que puede ser clave para la maximización de beneficios anti-inflamatorios realizado de forma constante, con una frecuencia de dos sesiones semanales de solo 25 minutos cada una", señala el experto.
Este tratamiento también disminuye la grasa total y la visceral, incluso sin producir pérdidas relevantes de peso y tiene más efecto lipolítico. Probablemente su acción más eficaz sea la reducción del tejido adiposo, que a su vez limita la hipertrofia del adipocito y la infiltración de macrófagos. Como es sabido, los macrófagos producen muchas de las moléculas inflamatorias secretadas por el tejido adiposo. Por tanto, todos los tratamientos que impliquen tonificación muscular son muy eficaces a la hora de prevenir tanto la inflamación como la atrofia muscular.