Cada vez hay menos gente en España que no haya escuchado hablar de ese deporte que está triunfando en Estados Unidos, ese que todo el mundo dice que va a desbancar al paddle, ese en el que han decidido invertir celebrities como Tom Brady o LeBron James, ese del que han puesto una pista nueva en el polideportivo. Sí, ese que tiene un nombre raro pero que todo el mundo que lo ha probado dice que engancha. Ese deporte es el pickleball y ha llegado para quedarse.
Resumamos brevemente sus reglas para ubicar al personal. Se puede jugar de forma individual o por parejas, ya sea en el interior o al aire libre, con palas (sin agujeros y con unas dimensiones que oscilan entre los 39 y 43 centímetros de largo y los 18 y 21 de ancho), una pelota (esta sí, agujereada y de 7 centímetros de diámetro) y una pista similar a la del tenis, aunque de dimensiones más pequeñas (13,41m x 6,10m). Los partidos se disputan al mejor de tres sets y los juegos se ganan al llegar a 11, 15 o 21 puntos siempre que haya dos de ventaja sobre el rival.
Ahora vayamos a la historia, ya que, a pesar de que el boom mundial se esté dando en los últimos años, el pickleball existe desde 1965, cuando Joel Pritchard, un congresista estadounidense le dio forma junto a un grupo de amigos en un intento de mantener entretenidos a sus hijos de una forma activa. Por supuesto, él mismo puso el nombre al deporte y no se le ocurrió otro que pickleball, en honor a su mascota, el perro ‘Picklel’, cuya traducción al español es ‘pepinillo’.
Aquellas partidas a ese novedoso juego no habrían pasado de anecdóticas o familiares si no fuera porque sólo 10 años después ya se estaban disputando torneos oficiales en Estados Unidos y ahora, casi seis décadas más tarde, con más de millones las personas que lo practican de forma federada en el país americano.
De hecho, según la Asociación de la Industria del Deporte y el Fitness (SFIA), el número de jugadores en el país norteamericano creció 21% en 2020 y un 14% más en 2021. Tanto es así que la previsión para 2030 es que haya más de 40 millones de jugadores allí. Las estadísticas de la SFIA también muestran que el pickleball ha encontrado su mayor público entre los adultos que superan los 40 años. No en vano, los jugadores más recurrentes tienen un promedio de 47,9 años.
Estas cifras, obviamente, han provocado que el mundo de los inversores haya puesto el ojo en el pickleball, un deporte que se espera que crezca a un ritmo cercano al 5% anual durante los próximos años y que llegue a generar alrededor de 250 millones de euros antes de 2028. Sirva como ejemplo que en Estados Unidos se están construyendo una media de 200 pistas nuevas al mes, con todo lo que ello implica a nivel de difusión y crecimiento de usuarios tanto profesionales como, sobre todo, amateurs.
En España el pickelball ya empieza a estar en boca de muchos y sus usuarios se cuentan por miles (de momento no hay un censo oficial), algo que no se le ha escapado a Miguel Díaz, presidente de la Real Federación Española de Tenis, de la que desde hace sólo unos días depende ya el pickleball. “Es un deporte de raqueta con un crecimiento espectacular en España y Europa”, asegura el propio Díaz.
Daniel Hernando, responsable de competición de la Asociación Española de Pickleball y miembro de un grupo que lleva ya una década peleando por hacer crecer el pickleball en nuestro país, nos hace una radiografía actual de este deporte emergente: “El pickleball en España ya no está en pañales, está empezando a andar. Llevamos 10 años luchando por hacerlo crecer y ahora ese trabajo da sus frutos. Nuestro objetivo era conseguir que el pickleball fuera un deporte federado de forma independiente, pero de momento hemos conseguido generar un comité dentro de la Federación de Tenis. A ellos les viene bien para conseguir más licencias y a nosotros nos va a ayudar a hacer crecer el deporte. Estamos convencidos de que muy pronto este deporte va a triunfar a lo grande en España igual que ya lo ha hecho en Estados Unidos”.
El propio Daniel tiene claro el secreto del éxito: “Es un deporte fácil de practicar, barato y accesible a todo tipo de públicos, de cualquier edad. Es fácil de jugar pero difícil de jugar bien. Es muy sencillo aprender y desde el primer momento tienes la sensación de saber jugar. Ahora sólo te queda aprender a jugar bien. Ese veneno es el que se te va metiendo y te lleva a jugar más y más”.
El pickleball tiene una ventaja competitiva respecto a otros deportes y es que el rango de edad para practicarlo, como hemos visto, es muy amplio, ya que no es un deporte exigente a nivel físico. “Mucha gente deja de hacer deporte con 50 ó 55 años porque no puede mantener el ritmo de una clase o de un partido. Sin embargo, en el pickleball no pasa eso. Te abre un mundo nuevo porque no es exigente ni lesivo. A la gente que le gusta el deporte pero ya ha cumplido, por ejemplo, los 50 le encanta el pickleball”, asegura Hernando, que da forma a sus explicaciones con un ejemplo de lo más ilustrativo.
“Yo, que tengo 41 años, he jugado un torneo grande con mi hijo y él ha tenido la suerte de disputarlo tanto con su padre como con su abuelo. En muy pocos deportes puedes conseguir esto”, añade.
Daniel nos comenta que, sea por las dimensiones de la pista, por las características de los materiales o por las puras reglas, “el pickleball permite que un jugador de 50 años puede ganar a uno de 20 sin problemas, algo que no pasa en casi ningún otro deporte. Aquí el hándicap de la edad no existe. Si sabes jugar bien tienes la mitad del partido ganado con independencia de tu DNI”.
Para practicar pickleball sólo es necesario un poco de voluntad, ya que los que lo han probado ya confiesan que es un deporte apto para todos y que se le va a dar bien a todo el que lo pruebe y haya practicado cualquier deporte antes. Y si ha jugado antes a un deporte de raqueta, más todavía.