El lado íntimo de Miguel Indurain: su mujer, sus tres hijos y su entorno más cercano
La carrera ciclista profesional de Miguel Indurain podría decirse que no fue muy larga, sin embargo, en tan solo 11 años acumuló el mayor número de triunfos inimaginables
Además de disfrutar de su familia, compite en duras carreras de larga duración en 'mountain bike' y es presidente de honor de su fundación
En pleno desierto: Miguel Induráin, ante su mayor reto ciclista a los 58 años
Hace 27 años que Miguel Indurain citó a la prensa en Navarra, en un hotel de Pamplona, para comunicar su retirada definitiva del ciclismo profesional. En 1992 se había casado con Marisa López de Goicoechea y a los tres años había nacido su primer hijo, Miguel. Después llegaron Jon y Ana, pero ya estaba disfrutando de una “jubilación anticipada”. Desde Uppers hemos querido conocer el lado íntimo de Miguel Indurain: su mujer, sus tres hijos y su entorno más cercano.
Este ciclista de altura, que además mide 1,86 metros, en julio próximo cumplirá los 60 años. Es el mejor ciclista español de todos los tiempos y uno de los mejores deportistas de la historia de nuestro país. En 1992 recibió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes además del Premio Rey Felipe de los Premios Nacionales del Deporte.
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El palmarés de Miguel Indurain
Ya no se presenta a las grandes competiciones, pero su forma física es envidiable porque no ha dejado de entrenar ni se ha bajado de la bici. Desde hace tiempo que se ha aficionado a las bicicletas de montaña y en una de ellas acaba de participar en la Andalucía Bike Race by Garmin. Esta prueba hace un recorrido de 340 kilómetros enlazando Jaén y Córdoba y se celebró del 26 de febrero al 2 de marzo pasado. Por otro lado, también se ha inscrito en la Škoda Titan Desert Marruecos, en la que durante 6 días y 6 noches, del 28 de abril al 3 de mayo, se pedalea hasta completar una distancia de 600 kilómetros con un desnivel de hasta 6.000 metros.
La carrera profesional de Miguel Indurain comenzó en 1985 y se alargó hasta 1996 exprimiéndola al máximo. En sus inicios ganó varias vueltas por etapas de una semana y clásicas de un día en la Volta a Cataluña, en la París-Niza o en la Clásica de San Sebastián. En 1991 se coronó campeón del Tour de Francia y ningún contrincante consiguió bajarle del podio francés durante cinco años hasta 1995. Mientras, ganó el Giro de Italia en dos ocasiones consecutivas (1992 y 1993), durante dos meses de 1994 logró el récord de la hora, se proclamó campeón del mundo de la carrera contrarreloj en 1995 y en 1996 fue campeón olímpico en esta misma categoría contrarreloj.
Tal como cuenta un medio regional, Miguel Indurain lleva una vida cómoda y tranquila. Reside en Pamplona y probablemente pase temporadas en su pueblo natal Villava, una localidad a orillas del río Ulzama y que atraviesa una antigua calzada romana. Ahora es una parada obligatoria del Camino de Santiago, antes de llegar a Pamplona si se inicia la ruta desde Roncesvalles. En honor al deportista, en esta población cada año se celebra Laindurain, una competición que consta de tres pruebas ciclistas de 65, 100 y 180 kilómetros, respectivamente.
Miguel Indurain es un hombre tranquilo, le gusta disfrutar de su familia, hacer excursiones por el campo y subirse a la bicicleta. Desde su retirada de la competición de élite no ha seguido ejerciendo en el sector como comentarista, ni se ha centrado en la retransmisión en directo de las carreras y tampoco ha ejercido como entrenador o, que se sepa, ha invertido en algún equipo ciclista. Él ha seguido otros derroteros, según aseguran especialistas de la rama, porque económicamente no le ha hecho falta o no ha querido.
Miguel Indurain promueve el deporte
Según sus declaraciones se ha centrado en sus negocios, pero nunca se han hecho públicos los detalles. En 1998 puso en marcha la Fundación Miguel Induráin Fundazioa centrando sus objetivos en el ámbito territorial de Navarra donde promueve el deporte o la preparación deportiva y, en concreto, el Deporte de Alto Rendimiento y el adaptado. Otra finalidad es el acompañamiento para la incorporación al mercado sociolaboral tras la retirada.
En cuanto a sus hijos, Jon, el mediano, ha terminado la carrera de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Navarra y el mayor, Miguel, es algo más conocido porque durante un tiempo intentó seguir la estela deportiva de su padre. Tal como cuenta, compitió hasta los 21 años en categoría amateur porque “el ciclismo profesional no era para mí, no tenía piernas. Eso no se hereda”.
Fue campeón de Navarra junior, formó parte del equipo Caja Rural sub23 pero después decidió seguir en el sector pero en otra dirección. Según sus últimas publicaciones en redes sociales, reside en Mallorca y tiene negocios dedicados al mundo del ciclismo incluyendo eventos y cicloturismo. Incluso, hace unos años participó junto a su padre en la Titan Desert Marruecos, una experiencia que disfrutó junto a él y de la que recuerda que a pesar de los casi 60 años que tenía entonces, “verle pedalear es increíble”.
Cuando Miguel Indurain reunió a la prensa para comunicar su retirada pública declaró que ya le había dedicado “el tiempo suficiente al ciclismo de competición y ahora deseo disfrutar de este deporte como afición. En definitiva, y tras meditarlo minuciosamente, pienso que he tomado la mejor decisión para mí y para mi familia. Ellos también me están esperando”. Lo cierto es que desde ese momento ha sabido disfrutar de los suyos y de su pasión por el ciclismo tal como sigue dejando patente.