Así están 40 años después los jugadores de la selección de basket que te hizo saltar del sofá en el 84

Durante muchos años, hasta que llegaron los Gasol y compañía, fue la mayor gesta de la historia del baloncesto español. Hasta aquel momento nadie había logrado en el deporte de la canasta lo que consiguió aquella selección española dirigida por Antonio Díaz Miguel en las olimpiadas de Los Ángeles 84. Llegar a la final ante los EEUU de unos jovencísimos Michael Jordan , Pat Ewing y Chris Mullin fue toda una proeza en sí misma. Caer ante los anfitriones (96-55), una mera anécdota que no empañó en absoluto la algarabía popular en una época en la que el basket estadounidense estaba a años luz del europeo.

Corbalán, Epi, Jiménez, Romay, Margall, Solozabal, Llorente, Iturriaga, Beirán, De la Cruz, Arcega y Fernando Martín fueron recibidos como auténticos héroes y al calor de aquel triunfo nuestro baloncesto creció exponencialmente en los años venideros. Se cumplen 40 años de aquella histórica hazaña y los miembros de aquella selección han sido reconocidos con la Placa de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en un acto presidido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Una hazaña que perdura en la memoria colectiva

Con algunos kilos y canas más, todos los miembros de aquel equipo -excepto los fallecidos Fernando Martín y Díaz Miguel- han recibido la ovación de un público que no olvida lo que representó aquel verano de 1984 para toda una generación de amantes al deporte.

Sánchez, que tenía 12 años entonces, aseguraba que "esto es un regalo. Soy un amante del baloncesto y entiendo el lenguaje y me apasiona. Aquel 10 de agosto hicisteis que me enamorase de este deporte. Vuestra hazaña sigue vive y perdura en los colegios y las canchas de todo el país. Fue una plata con sabor a oro".

"Un canto a la amistad"

El mítico base Juan Antonio Corbalán, como portavoz del grupo, ha agradecido el reconocimiento. "Más allá de lo deportivo, aquel éxito fue un canto a una amistad que se agranda 40 años después quedando al margen las rivalidades. Me quedo con vuestras caras, vuestros corazones y el honor de haber compartido con vosotros", dijo a sus compañeros.

Durante ese discurso de Corbalán se produjo una simpática anécdota que demuestra que la camaradería sigue reinando entre estos hombres. "Es verdad que todos somos consciente de que en la época en que estamos la luz que ilumina nuestras vidas tienen un tinte un poco otoñal”, decía el exjugador del Real Madrid cuando Iturriaga rápidamente le interrumpía desde su silla entre risas: “Habla por ti, habla por ti”. A lo que Corbalán respondió, provocando aún más risas: “Yo, Iturriaga, siempre hablo por mí. Siempre”. Viejos rockeros.