Juan Antonio Jiménez, el deportista español más veterano de unos Juegos Olímpicos a los 65: "Estoy orgulloso"
Juan Antonio Jiménez Cobo se convierte con 65 años en el deportista olímpico más longevo de España en participar en unos juegos
El jinete español ya tiene una medalla de plata conseguida en Atenas 2004 y en París se subirá a lomos del caballo Euclides Mor
Hasta que el cuerpo aguante: deportistas de más de 45 años en los Juegos Olímpicos
Más allá de permitirnos ver competiciones que de otra forma seguramente no veríamos, los Juegos Olímpicos de París nos permiten descubrir a deportistas patrios y de otros países que no conocíamos. Cierto es que la mayoría de ellos son muy jóvenes, algunos demasiado, pero hay otros que pese al paso de los años siguen dando la talla en su disciplina para colocarse entre los mejores. Y eso es precisamente lo que le ocurre a Juan Antonio Jiménez Cobo, el jinete español que, con 65 años, se ha convertido en el deportista olímpico más longevo de España en participar en unos Juegos.
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Precisamente hoy es su gran día, ya que competirá con el equipo español de doma clásica en el Palacio de Versalles con 65 años y 81 días, superando así la marca anterior que ostentaba el tirador Emilio de Álava y Sautu, que tenía 63 años y 84 días cuando participó en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952.
Jiménez Cobo sabe lo que es enfrentarse a unos Juegos Olímpicos, y es que los parisinos son sus terceros después de ganar pasar por Sídney 2000 y Atenas 2004, donde logró colgarse la medalla de plata. Ahora, está dispuesto a luchar por una nueva medalla olímpica. "Estoy muy feliz de ir a París porque supone para mí el reconocimiento a tanto esfuerzo", contó cuando la Federación de Hípica anunció que formaría parte del equipo español.
Así entrena
En una entrevista con Men’s Health asegura sentirse muy orgulloso de poder estar en los Juegos Olímpicos de París 2024 en buenas condiciones físicas y mentales. “Mi entrenamiento es de cuadrilongo de doma. Se basa en montar seis o siete caballos cada día. Supone unas cinco o seis horas diarias”, explica. Y aunque no lleva una dieta estricta, procura no probar el dulce y evitar eso de picar entre horas.
Antes de competir le gusta acudir al cuadrilongo para ver cómo se distribuye, la decoración o la posición de las casetas de los jueces para saber cómo puede afectarle todo ello a su caballo. “Luego me centro en los ejercicios que tengo que hacer ese día y los ejecuto en mi cabeza, los visualizo para evitar que me pueda fallar en la prueba”, cuenta. Su objetivo y el de su equipo es alcanzar el diploma olímpico, aunque la posibilidad de medalla siempre está ahí, y lo hará con la ayuda de su caballo Euclides Mor.
Una vida entre caballos
Juan Antonio Jiménez Cobo, natural de Córdoba, lleva toda su vida ligada a los caballos, pues su familia siempre se ha dedicado a ello. Comenzó en la doma vaquera en la segunda mitad de los años 80 hasta que se pasó a la doma clásica tras ver los Juegos Olímpicos de Seúl y querer hacer lo que veía en pantalla. Así fue como comenzó una amplia andadura como jinete con un gran palmarés a sus espaldas al que espera sumar un nuevo reconocimiento en París.