Boxeo y Parkinson: así puede ayudar este deporte a las personas que sufren la enfermedad
El entrenamiento de este deporte sin recibir golpes es valorado por la comunidad científica para el tratamiento de la patología
Las claves: brinda agilidad, destreza y ayuda al equilibrio
Párkinson y parkinsonismo: por qué no son iguales y qué debes esperar de cada diagnóstico
Por definición, el Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso central que afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, empieza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Si bien este tipo de temblores son habituales, la enfermedad neurodegenerativa también suele comenzar con rigidez o disminución del movimiento en alguna parte del cuerpo.
La enfermedad de Parkinson es el segundo tipo más común de enfermedad neurodegenerativa, afecta a entre 7 y 10 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una pérdida progresiva de control muscular que conduce a movimientos lentos, rigidez, temblor en reposo e inestabilidad. A medida que los síntomas empeoran, puede ser difícil para las personas con Parkinson caminar, hablar e incluso realizar tareas simples.
MÁS
La dopamina es una sustancia química que actúa como un mensajero entre las células cerebrales. Desempeña un papel importante en cómo nos movemos, qué comemos y cómo aprendemos. La sustancia negra, ubicada en ambos lados de la base del cerebro, produce dopamina. Cuando las células del cerebro en la sustancia negra comienzan a morir, los niveles de dopamina disminuyen. Cuando el nivel de dopamina baja, inician los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
Se trata de una enfermedad que no tiene cura ni tratamiento específico. Los médicos neurólogos y fisioterapeutas recomiendan la realización de ejercicio físico para paliar y hasta mejorar los síntomas de Parkinson, ya que muchos estudios científicos avalan la práctica deportiva para retrasar la aparición de sus manifestaciones.
Varios estudios han demostrado que el ejercicio intenso aumenta no solamente la cantidad de dopamina producida por el cerebro, sino la eficacia del cerebro para la utilización de dopamina. Por estas razones, el ejercicio intenso es una de las mejores maneras de disminuir la progresión de los síntomas.
Los investigadores creen que el nivel de intensidad y la complejidad del movimiento requerido en el boxeo, hacen que sea un método eficaz para frenar el progreso de la enfermedad de Parkinson. Los pacientes dicen que ayuda a mejorar la coordinación, que logran realizar pasos más largos y mantenerse más erguidos.
Pero se trata de una modalidad diferente al clásico deporte que se practica en forma amateur o profesional. Se trata del boxeo sin contacto, una modalidad de este deporte que no implica recibir golpes, por lo que no hay riesgo de traumatismo craneoencefálico.
El último estudio que lo confirma
En la Universidad Edith Cowan en Australia encontraron que el boxeo sin contacto no solo es seguro para las personas con enfermedad de Parkinson, sino que 9 de cada 10 personas también experimentaron una mejora en el control motor al final del estudio. El boxeo sin contacto entre las personas con enfermedad de Parkinson está en aumento. Rock Steady Boxing, una compañía que opera gimnasios de boxeo sin contacto en todo el mundo para personas con Parkinson, informa que tiene 43.500 clientes que hacen ejercicio en 871 programas en todo el mundo.
El propósito del nuevo estudio es proporcionar “datos de viabilidad, seguridad y eficacia de alta calidad” en un programa de entrenamiento de boxeo sin contacto para la enfermedad de Parkinson.
El pequeño estudio involucró a 10 personas con enfermedad de Parkinson (EP) en etapa temprana que participaron en tres bloques distintos de cinco semanas de boxeo sin contacto. Tenían un promedio de 60 años de edad. Cada bloque contenía tres sesiones de una hora cada semana y períodos de descanso activo.
- El primer bloque se dedicó a entrenar la técnica.
- El segundo aumentó la intensidad e incluyó entrenamiento de intervalos de alta intensidad.
- El bloque final incorporó demandas cognitivas durante la secuenciación del boxeo.
El estudio fue diseñado por sus autores, particularmente por el investigador del ejercicio doctor Travis Cruikshank. Todos los participantes fueron examinados, se sometieron a pruebas de esfuerzo cardíaco y fueron monitoreados de cerca durante las sesiones. Ninguno de los participantes abandonó el estudio de 15 semanas, con solo cuatro de 348 sesiones perdidas por individuos, debido a lesiones menores.
El “oponente” de los boxeadores era una pieza de equipo de entrenamiento llamada “Fightmaster”, que resultó tan agradable que todos los participantes compraron uno propio para seguir haciendo ejercicio en casa.