La comida y el ejercicio van de la mano. Para hacer ejercicio, es importante cuándo y qué comes. Además, es importante pensar en lo que comes cuando haces ejercicio, pero también tener en cuánto y qué se puede comer después de la rutina deportiva. Atacar la nevera y saciarse a manos llenas puede parecer una buena idea después una dura rutina deportiva, pero esto no es lo que debes hacer en ninguna circunstancia, pues estarás arruinando tus horas de esfuerzo y sacrificio solo por desconocimiento.
Es importante ingerir comida que tenga tanto carbohidratos como proteínas dentro de las primeras dos horas de haber entrenado. “Comer después de hacer ejercicio ayuda a los músculos a recuperarse y a recuperar sus reservas de glucógeno. Considera ingerir un refrigerio si vas a comer más de dos horas después. Algunos alimentos buenos para después del entrenamiento son yogur, fruta, sándwich de mantequilla de cacahuete, batido de frutas, pavo con pan integral con verduras…”, aseguran desde Mayo Clinic.
Cuando entrenamos se queman los tres principales macronutrientes, carbohidratos, proteínas y grasas, lo que ocasiona que el cuerpo gane energía en forma de trifosfato de adenosina. Sin embargo, es importante destacar que la nutrición post entrenamiento también dependerá del tipo de entrenamiento, la intensidad y los objetivos.
Al someterse a una intensa actividad física, tu cuerpo se convierte en una especie de esponja seca que necesita reequilibrarse de nuevo, desde el sistema nervioso hasta el urinario. Por este motivo, no alimentarse una vez terminado el entrenamiento puede provocar una lenta o mala recuperación de tu cuerpo, además de aumentar la posibilidad de lesiones y disminuir la energía al siguiente día. Es fundamental tener una buena alimentación e hidratación después de entrenar, pues de esta forma no se perjudicará la rutina de ejercicios y se tendrá el cuerpo preparado para todo.
Conocer los alimentos que se deben consumir después del entrenamiento es apenas el primer paso para realizar una buena recuperación y alcanzar los objetivos trazados. El segundo paso es conocer qué no comer después de entrenar con el fin de no echar por la borda todo lo realizado. Estos son los alimentos que hay que evitar.