Levantar el Balón de Oro es el máximo logro individual al que puede aspirar un futbolista, pero desde 1960, cuando lo ganó Luis Suárez, ningún español había vuelto a conseguirlo. Durante esos 64 años algunos se quedaron cerca (Butragueño, Raúl, Iniesta, Xavi), pero quien ha acabado con la sequía ha sido el centrocampista del Manchester City Rodrigo Hernández. En mujeres la historia es más corta y el dominio español, abundante. De hecho, Aitana Bonmatí se ha hecho con su segundo galardón consecutivo. Ambos han sido coronados como los mejores del mundo en 2024, pero más allá del prestigio deportivo, ¿qué significa ganar este trofeo para sus cuentas corrientes?

Quizás sorprenda saber que los organizadores del Balón de Oro -la revista France Football y ahora también la UEFA- no otorgan ningún premio económico directo a los ganadores. Así ha sido históricamente. Bueno, está el trofeo en sí, un balón de latón dorado sobre una peana de piritas valorado en poco más de 3.000 euros.

El verdadero reconocimiento para los ganadores es la exposición mediática que les ofrece, y lo que ello conlleva. Ganar el Balón de Oro convierte a un futbolista en un referente comercial para las marcas publicitarias e implica ingresar mucho más dinero de su club. O al menos así ha sido en el caso de los últimos vencedores.

El montante de estos bonos suele ser confidencial, pero es posible hacerse una idea de las cifras gracias a informaciones como las que se filtraron en 2018 procedentes de los documentos de Football Leaks. Se sabe, por ejemplo, que Kylian Mbappé habría cobrado un extra de 500.000 euros en el PSG si hubiera ganado el Balón de Oro, o que Leo Messi recibió una prima de 3 millones de euros tras adjudicarse algunos de los trofeos que consiguió en el Barcelona.

Por su parte, Benzema recibió un millón de euros de prima del Real Madrid por ganar el Balón de Oro en 2022. No hay que olvidar que el hecho de ganar este premio también implica casi siempre una posición de mayor ventaja para el jugador a la hora de negociar un mejor contrato con su club.

Y por otra parte están las primas que desembolsan las marcas comerciales a los futbolistas que son imagen promocional de sus productos. A Cristiano Ronaldo y Messi ser los grandes acaparadores del Balón de Oro en la última década y media les permitió gozar de contratos multimillonarios con Nike y Adidas, sus principales patrocinadores.

Así, Nike firmó un acuerdo según el cual pagaba hasta cuatro millones de euros a CR7 por cada Balón de Oro que consiguiera. Y Adidas firmó un acuerdo con el el astro argentino, ganador del trofeo hasta en 8 ocasiones, por el que la Pulga estaría percibiendo anualmente hasta 20 millones de euros.

Jugadores no tan mediáticos que también han ganado el trofeo, como Luka Modric, también se beneficiaron del reconocimiento. Así, el centrocampista croata ingresó 800.000 euros solo en concepto de extra por parte de su patrocinador, Nike, tras alzar el dorado esférico en 2018.

El Balón de Oro también tiene trascendencia en el fútbol femenino. Para Aitana Bonmatí, la estrella del Barcelona, ganarlo no solo le ha supuesto una mayor exposición mediática, sino que ha servido para ganarse la atención de grandes empresas. El pasado verano Adidas la convirtió en la jugadora mejor pagada por una marca, y otras como Nintendo, Revlon, Nissan o la Kings League también han firmado acuerdos de patrocinio con ella.