A veces, sentirse motivado es suficiente para alcanzar el objetivo, independientemente de las circunstancias particulares. Es el caso de Jonathan Pascual, un enfermero especialista en trasplantes de pulmón de 50 años, cuando cumplió el sueño de toda su vida al completar el Campeonato Mundial de Ironman, una de las pruebas más arduas del deporte.
Pascual vive en California y en 2022 fue diagnosticado con un paraganglioma mediastínico en etapa 4, un tipo raro de cáncer que se había propagado a sus pulmones y huesos. El pronóstico de supervivencia era de cinco años. Sin embargo, el diagnóstico no le impidió mantener su objetivo de prepararse para el campeonato Ironman, una de las pruebas deportivas más demandantes.
La trayectoria de Pascual en el triatlón comenzó en 1999. Ya ha participado en más de 15 eventos Ironman, lo que le otorgó el estatus de Legacy Athlete, lo que le ha permitido competir en Ironman World Championship, el evento cumbre en la serie Ironman que ha tenido lugar en Hawai y que consta de las siguientes pruebas: una natación de 3.86 kilómetros, un recorrido en bicicleta de 180 kilómetros y una maratón de 42.2 kilómetros.
Pascual explicó en un programa de la televisión americana que los síntomas de su enfermedad complicaron su entrenamiento. El cáncer que padece afecta su ritmo cardíaco, lo que le provoca mareos e incluso desmayos si se esfuerza demasiado. A pesar de ello, este atleta continuó preparándose no solo como una hazaña personal, sino como inspiración para otras personas. El paraganglioma mediastínico es un tipo de tumor neuroendocrino que se desarrolla en la cavidad central en el tórax entre los pulmones. Según el Instituto Nacional del Cáncer, los paragangliomas es una patología rara que afecta aproximadamente a dos personas por cada millón.
Jonathan Pascual tiene un historial médico complicado. En 2007, fue diagnosticado con un tumor cerebral del que fue operado. El nuevo diagnóstico de cáncer, sin embargo, ha sido más duro por su baja tasa de supervivencia.
De todas las pruebas del Ironman, la más compleja ha sido la de natación: al estar en horizontal la circulación sanguínea quedó afectada, dificultando la respiración. Pese a las dificultades, Pascual logró completar la prueba en 16 horas, 12 minutos y 46 segundos. Al pasar la línea de meta, subrayó la importancia de tener un propósito y de ser una influencia positiva para los demás: "Ser una fuerza para el bien permite impactar positivamente la vida de los demás”, concluye.