Ayer por la noche se conocía una de las noticias del año en el ámbito deportivo. Un escueto comunicado del Barça, de apenas tres párrafos, soltaba la bomba que cualquier aficionado blaugrana temía leer: "Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona". El astro argentino se marchará del equipo de su vida 18 años después de su debut, en 2003. Mientras tanto, quedan muchas dudas por aclarar y emerge una figura clave durante toda su carrera profesional: Jorge Messi (63 años), padre, representante y apoyo de Leo. Repasamos algunos de los momentos clave que le han puesto en el punto de mira durante todo este tiempo.
Antes de gestionar los ingresos, las negociaciones con el club y la relación con la prensa de su hijo, Jorge Messi trabajaba en una fábrica en Rosario, Argentina. Es descendiente de inmigrantes italianos y se mudó a Barcelona en el año 2001, cuando el club blaugrana se interesó por Leo. La decisión no fue fácil, porque el resto de la familia se quedó en su país natal mientras ambos probaban suerte. Con el tiempo, parte de la misma terminó trasladándose a la ciudad catalana, cuando Messi ya se encontraba asentado en el primer equipo. Desde siempre, Jorge Messi ha intentado ofrecer una imagen de mero acompañante y ayudante del 'crack' argentino, aunque no siempre ha podido mantener un perfil bajo.
De hecho, las primeras informaciones en profundidad sobre su persona saltaron a la luz con el proceso judicial abierto en 2013 contra él jugador de fútbol y su padre. Se les acusó de fraude y ambos declararon ante el juez en el año 2016. La Audiencia Provincial de Barcelona terminó condenando a los dos a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales, según publicó el diario El País, tras ser acusados de defraudar 4,1 millones de euros a Hacienda entre los años 2007 y 2009 por no haber tributado en España los ingresos de 10,1 millones de euros por derechos de imagen.
Ante el juez, Messi padre intentó mantener esa imagen de mero acompañante. "Desde que comenzó la carrera de mi hijo, le estoy hablando de 2001 en que llegamos a Barcelona, siempre traté de facilitarle la vida. Él jugaba al fútbol y yo de buena manera le acompañaba. En un momento lo charlamos y necesitábamos a alguien que nos guiase en lo legal y lo fiscal”, declaró durante el juicio. "Sé el chino básico, entiendo lo justo de fiscalidad".
A medida que la carrera de Leo fue en aumento, la figura de Jorge Horacio Messi capitalizó todo lo relativo a lo extradeportivo que un jugador de la talla de Messi debe saber gestionar. Leo le confió la administración de sus estratosféricos ingresos, de sus relaciones con la prensa y de las negociaciones de contrato, convirtiéndose en el eje central del jugador en la parte de los negocios. Messi sénior no fue sino el hombre que, fuera de cámara, controlaba la vida deportiva de su hijo.
Ha sido quien, año tras año, ha ido negociando con el club los contratos millonarios de su hijo, incluido el que firmó en noviembre de 2017 por valor de 555.237.619 millones de euros a percibir en cuatro temporadas, tal y como ofreció en exclusiva el diario El Mundo. Ese mismo contrato, que entre otros factores ha colocado al Barcelona en una situación financiera como mínimo delicada, chocaría en la actualidad con la ley de 'fairplay' financiero de La Liga, detonante de la marcha de Messi.
Prueba del poder del agente y padre de Messi reside en que ha sido a él a quien se le ha comunicado, en primer lugar, la "imposibilidad" de inscribir a Messi sin incumplir la normativa salarial de La Liga. Aún así, tal y como ha explicado el presidente del Barcelona, Joan Laporta, en rueda de prensa, el padre ha mantenido una actitud "correctísima" durante las negociaciones. "En ningún momento nos ha pedido nada que no entrar en la lógica de la negociación. En todas las negociaciones hay tiras y aflojas, temas fiscales, pero nunca ha sido motivo de hacer el contrato imposible. Estábamos de acuerdo con las intenciones de las dos partes, lo que no hemos podido es formalizarlo".