Cuando el dolor se manifiesta en nuestras articulaciones o algunas patologías relacionadas, como la artritis, llegan a nosotros muchas personas optan por el reposo como método para aliviar el dolor, pero si tu especialista te lo aconseja el ejercicio puede ser fantástico para mejorar y reforzar tus articulaciones. Nada de grandes esfuerzos, pero sí ciertos ejercicios que te permitirán mantener la movilidad, reducir el dolor y hasta mejorar tu flexibilidad o la circulación sanguínea. Si no sabes muy bien por dónde empezar te mostramos varios ejercicios que te permitirán reforzar tus articulaciones.
Acudir de vez en cuando a la piscina puede serte de gran ayuda para mejorar tu movilidad articular, tanto si haces natación como si prefieres realizar ejercicios aeróbicos como el aquagym. El agua permite hacer ejercicios de bajo impacto y la posibilidad de lesión es prácticamente nula, permitiéndote trabajar la movilidad articular pero también la fortaleza muscular, clave en el mantenimiento articular.
Más allá de la desconexión que el yoga puede otorgarte sus ejercicios y movimientos pueden ser muy beneficiosos para tus articulaciones y para reducir el dolor en ellas. Sus posturas van aumentando poco a poco la flexibilidad a la vez que la rigidez articular comienza a disminuir, ganando mucha más movilidad corporal. De esta manera poco a poco se fortalecen las articulaciones e incluso te permite mantener el tono muscular ideal.
Nada más sencillo que salir cada mañana o tarde a dar un paseo. Con ropa deportiva y un buen calzado andar es una opción fantástica para las personas con problemas articulares, mucho mejor que correr, que requiere de un mayor esfuerzo articular y tiene mucho más impacto sobre ellas.
Hacer pilates puede ser mucho más beneficioso de lo que crees para tus articulaciones, pues sus ejercicios te permiten ir ganando poco a poco elasticidad corporal para luchar contra la rigidez articular, además de conseguir progresivamente una mayor coordinación del cuerpo. De todas formas, antes de comenzar por tu cuenta el pilates siempre es aconsejable ponerse en manos de profesionales para que cuando tengas la técnica de los ejercicios bien interiorizada puedas hacerlos en casa.
Salir en bici de vez en cuando es una actividad cardiovascular fantástica para activar tus articulaciones, especialmente las del tren inferior del cuerpo, y fortalecerlas a la vez que combates el sedentarismo y la obesidad, dos de los grandes enemigos de las articulaciones y las patologías relacionadas con ellas. En caso de que salir en bici pueda suponerte un problema, la estática es una grandísima opción, más aún a partir de determinada edad al tener un menor impacto.
Más allá de este tipo de ejercicios o deportes más concretos hay una serie de movimientos que dependiendo de la zona pueden ayudarte a aliviar el dolor y también a ganar algo de movilidad en tus articulaciones. Si empezamos con las rodillas lo ideal es ponerse de pie y juntarlas flexionándolas levemente para poner tus manos sobre ellas y hacer círculos con ellas primero en una dirección y luego en la otra.
En el caso de los tobillos es mejor sentarse para no perder el equilibrio, pero estando bien recto levanta tu pie y rota para un lado y para el otro la articulación para darle movilidad y verás como cada día esos movimientos son más y más amplios. Algo parecido ocurre con los hombros. En una postura relajada rótalos hacia detrás y como con los anteriores poco a poco verás que vas ganando amplitud de movimiento. Repite el ejercicio unas tres veces y luego realiza la rotación de hombros hacia delante.
Estos deportes, ejercicios y movimientos te permitirán fortalecer y mejorar el estado de tus articulaciones de modo que ganes mucha más flexibilidad y movimiento, además de reforzar la musculatura de la zona y abandonar esa rigidez y dolores que te afectaban en tu día a día.