¡No hay edad en la que correr un poco no pueda hacer maravillas por la salud! Aunque el “running” a menudo se ve como el deporte de jóvenes, no faltan las personas que han mantenido sus pantalones cortos para correr hasta los 60 y 70 años. Correr es un deporte para toda la vida, no existe una edad mínima para empezar a hacerlo y es posible seguir corriendo siempre y cuando se pueda poner un pie delante del otro, crecemos, maduramos, establecemos récords personales y con suerte los rompemos una y otra vez.
Son muchos los beneficios que trae esta disciplina, correr y mantenerse en forma, puede retrasar el envejecimiento y, contrariamente a la creencia popular, pueden proteger en lugar de empeorar problemas de articulaciones, fortaleciendo los huesos y disminuyendo los niveles de grasa. Igualmente la presión sanguínea se estabiliza y el sistema inmunológico aumenta sus defensas, influye positivamente en la capacidad cardiorrespiratoria y ayuda a bajar la presión arterial gracias a la pérdida de peso.
Se trata de un deporte con un importante rol social en la medida en que se haga en compañía, con un significativo aspecto psicológico ya que al correr liberamos serotonina, un neurotransmisor central, que se comporta como un antidepresivo y tiene efectos protectores contra la demencia.
Es importante comprender que si bien el deporte y el ejercicio siempre se asocian con llevar una vida saludable, esto también puede traer complicaciones si se hace de forma equivocada o si nuestro cuerpo no está preparado para la exigencia física que esto representa, así que es bueno tener en cuenta algunos puntos antes de dar el primer paso. Para una buena rutina, se debe comenzar siempre lentamente y terminar de igual modo, pausada y serenamente.
Hasta que se logre una real adaptación, el ejercicio debe ser ligero, de corta duración y con descansos. La intensidad de la actividad física debe rondar entre el 60 y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima para obtener una mejora de las condiciones cardiovasculares. Para llevar un control del esfuerzo de nuestras sesiones, utilizar pulsómetro es más que aconsejable, teniendo en cuenta que trabajaremos de manera continua nuestras frecuencias cardíacas bajas y a intervalos las frecuencias más altas.
Antes de emprender la marcha, es aconsejable realizar una visita al médico para minimizar las posibilidades de lesión y de padecer ciertos problemas de salud. Para evitar problemas que puedan causarse por correr, especialmente si sufres de problemas en las articulaciones, es importante realizar la pisada de manera correcta. Hay que apoyar el pie en el suelo con la parte delantera, siendo los huesos del pie los que absorban el impacto ejerciendo una menor presión sobre otras articulaciones.
La técnica “Walk-to-Run” es perfecta para acostumbrar al cuerpo a correr, consiste en comenzar andando rápido para acabar corriendo despacio de manera progresiva. Otra opción que ayuda a disminuir lesiones, es la técnica “Chi Running”, basada en pasos cortos descargando el peso en la parte media del pie, disminuyendo así la tensión del cuerpo.
Es aconsejable comenzar las sesiones de entrenamientos dos o tres días en semana no superando los cuarenta minutos de ejercicio. Es fundamental hacerlo por terrenos llanos en su fase de inicio y en terrenos con cierta inclinación en las sucesivas fases. Es muy recomendable dedicar alguno de los entrenamientos semanales a tonificación muscular y fuerza en el gimnasio. Quizás hayas oído alguna vez eso de “correr no es sólo correr”. Dosificar correctamente los descansos para ir asimilando el trabajo es clave.
Por solidaridad, por originalidad, por sentir la emoción de este deporte, por disfrutar del aire libre o, simplemente, por divertirte no hay mejor plan que recorrer España corriendo. Hay infinidad de pruebas, toma nota de estas citas deportivas que te harán disfrutar del running.