El pádel está de moda, rara es la conversación en la que no sale que un amigo o conocido ha comenzado a practicarlo. Pero lo cierto es que el pádel es un deporte prácticamente nuevo, con apenas unas décadas de historia que ahora ha comenzado a ser más conocido por el auge que ha tenido en pequeños y mayores que no han dudado en iniciarse en este deporte tan parecido al tenis pero que cuenta con un sin fin de peculiaridades que lo hacen especial y diferente. ¿Has pensado en comenzar a jugar? Pues aquí te traemos su corta pero intensa historia en lo que te decides si coges la raqueta o no.

El pádel tal y como lo conocemos hoy nace en el año 1969, según establece la Federación Internacional de Pádel (FIP), aunque algunos documentos lo datan en 1962. A pesar de que el año no queda del todo claro, lo que sí que lo está es que nace en la casa de Enrique Corcuera en el Puerto de Acapulco, en México.

Parece que el mexicano creó el pádel casi sin querer, pues ya contaba con una pista de frontón a la que incorporó una pared opuesta a la que ya tenía, supuestamente porque la pelota en ocasiones se colaba en la parcela del vecino. Además, cerró la pista con unas paredes más bajas por los laterales y colocó una red en medio del campo de juego y, sin saberlo, el pádel comenzaba a surgir en una pista de unos 20 metros de largo por 10 de ancho.

Así, cuando quedaba con sus amigos para jugar, esta nueva pared frenaba la pelota, haciéndola rebotar y permitiendo continuar el juego sin problemas, creando de repente el deporte de moda actual que por el entonces se conocía como Pádel Corcuera o Pádel-Tenis. La esposa de Enrique Corcuera, como regalo de cumpleaños, redactó y edito el primer reglamento de este deporte para regalárselo a su marido.

Según la FIP, España fue el segundo país al que llegó el pádel de mano de uno de los amigos de Corcuera, el príncipe Alfonso de Hohenlohe. En los años 70 construyó el hotel Marbella Club donde instaló las dos primeras canchas de pádel de España que fueron el epicentro de los primeros torneos realizados en nuestro país de este deporte que comenzaba a despegar. Su popularidad creció enormemente en España y en algunos países del sur de América, especialmente en Argentina, porque en esos torneos las parejas se combinaban entre jugadores profesionales y celebridades como Enrique Iglesias, Manuel Santana u Olivia Valère, lo que atrajo a los medios de comunicación que terminaron contribuyendo con la difusión del pádel.

En 1992 se celebra en España el primer mundial de pádel, donde precisamente España y Argentina son los favoritos, llevándose este último el título que repitió en años posteriores.

Las primeras reglas las marcó la esposa de Corcuera, aunque con el tiempo se han ido realizando modificaciones en donde los reglamentos de España y Argentina fueron los protagonistas. El pádel no deja de ser un deporte algo complejo, pues el reglamento que recoge la FIP tiene un total de 35 páginas.

Lo primero es saber qué le diferencia del tenis. Pues básicamente, además de que la pista y la raqueta son distintas, la clave está en que las paredes también juegan, ya que los jugadores, después de que la pelota bote en el campo, puede dejar que rebote en la pared y tras ello dar el golpe para devolverla a los contrincantes.

La pista no ha cambiado mucho desde sus inicios, pues sus dimensiones se mantienen en 10 metros de ancho y 20 metros de largo. Por su parte, las pelotas de tenis son válidas para el juego, aunque el reglamento establece unas medidas y un peso determinado que serán las que deben utilizarse en competiciones oficiales. Las palas también deben ser la idóneas, con un puño que no debe medir más de 20 centímetros y junto con la cabeza no puede superar los 45’5 centímetros. Además, la cabeza de la pala debe tener perforaciones y puede ser plana, lisa o rugosa.

El sistema de puntuación es prácticamente igual al del tenis, ya que el primer punto anota 15, el segundo 30 y el tercero 40. Si se gana un cuarto punto el equipo se llevará el juego. Y como en el tenis, si ambos equipos ganan tres puntos irán a iguales, por lo que el cuarto punto dará ventaja a quien lo gana y, si gana el siguiente se llevarán el juego, mientras que si lo gana el equipo contrario volverán a iguales.

Los partidos de pádel suelen jugarse al mejor de tres sets y cada set lo gana el equipo que llegue a seis juegos con un mínimo de dos de ventaja ante el equipo contrario. La vestimenta es muy importante y, aunque no se requiere de un vestuario muy complicado, si que están prohibidas las camisetas de tirantes y los trajes de baño.

El pádel es un deporte social, en el que los reflejos y el movimiento son clave, así que si quieres un deporte activo, nada como este. Es hora de coger la pala, unas pelotas y ponerse a practicar si quieres ser el mejor en tu próximo partido.