Toda la cuarentena en silencio: un 'influencer' muy admirado del atletismo resulta ser una persona sin hogar
La cuenta, una de las más seguidas y respetadas sobre atletismo, dejó de escribir el 15 de marzo y, desde entonces, había arrojado silencio. El diario Sport ha descubierto que tras el perfil @Jokin4318 se encuentra Joaquín Carmona, un indigente de Madrid de 46 años con más de 17.000 seguidores en Twitter.
Twitter esconde multitud de cuentas falsas, de gente que únicamente quiere intoxicar y hacer el mal, pero también, por fortuna, está lleno de historias increíbles de superación, muchas veces ocultas. Este es el caso de @Jokin4318, Joaquín Carmona, una cuenta especializada en historias de atletismo, con más de 16.000 seguidores, y con la que Alfredo Varona se ha llevado una sorpresa esta semana como cuenta en su artículo en Sport.
La historia es la siguiente: cada día, la cuenta @jokin4318 tuiteaba historia del atletismo. Mensajes bien elaborados, con multitud de iconos, de vídeos de interés para los amantes del deporte, con fechas históricas y hazañas deportivas. Sin embargo, todo se detuvo el 15 de marzo con el comienzo del estado de alarma. Desde entonces, la cuenta permanece en silencio.
Fruto de este desconcierto entre los tuiteros que le seguían, el periodista Alfredo Varona ha conseguido hablar con el titular de la cuenta, Joaquín Carmona, y ha descubierto que el hombre, de 46 años, es una persona sin hogar de la ciudad de Madrid que tuiteaba con su vetusto ordenador portátil desde el WiFi de una biblioteca pública. Al estar cerradas por la COVID-19, se acabaron los tuits.
Carmona, según cuenta, duerme en un parque con sus cartones y un colchón que encontró en la basura, porque prefiere no acudir a los albergues sociales "por las historias que le han contado", y se ducha en una casa de baños por 50 céntimos. Aunque quiere volver a Twitter, reconoce, de momento no ha podido por el cierre de estos lugares donde, además de usar la red pública, cargaba su ordenador.
Según narra, su pasión por el atletismo viene de lejos. Concretamente del Mundial de Helsinki de 1983 cuando, en unas vacaciones en Los Alcázares (Murcia), vio ganar una carrera de 800 a Kratochvilova. Con la aparición de Twitter logró encontrar una válvula de escape para compartir su pasión por el atletismo y crear afición.
Twitter se moviliza para ayudarle
Si por algo se caracteriza la comunidad tuitera es por hacer virales las causas que bien lo merecen, como es el caso. Tan pronto como se ha conocido la verdadera identidad e historia de Joaquín Carmona, ya han surgido iniciativas para ayudarle a recomponer su vida.