Muere Manolo Santana: del muchacho que recogía pelotas en los clubes deportivos de Madrid al astro del deporte
Nacido en una familia humilde, militante del bando republicano, Santana fue el precursor de otras leyendas del tenis, como Rafa Nadal o los Sánchez-Vicario
Comenzó a practicar con la raqueta que tuvo que fabricarse él mismo con trozos de madera
Cinco hijos y cuatro esposas: el entorno de un deportista humilde, de disciplina inagotable y con un talante elegante y seductor
"Manolo era un chico encantador, muy trabajador, con muchas ganas de superarse. Podía pasarse horas en la cancha recogiendo pelotas o simplemente mirando cómo jugaban los mayores. Una gran persona desde chico", afirma Marisol, 86 años, mientras recuerda cómo era el Manuel Santana que conoció en las pistas del club madrileño donde ella acudía con su familia a pasar las mañanas de los fines de semana y el aspirante a tenista trabajaba como recogepelotas junto a su hermano Braulio. La capacidad de superación y de trabajo no abandonó nunca al deportista, fallecido este sábado a los 83 años, ganador de cuatro torneos Grand Slam y una de las grandes figuras del deporte español del siglo XX.
Santana, nacido en el seno de una familia muy humilde que, además, militaba en el bando republicano, fue también uno de los grandes impulsores del tenis en España y situó en la década de los 60 al país en el mapa mundial de este deporte. Fue el primer español en ganar el torneo de Wimbledon en la categoría amateur. Tras él, solo lo han conseguido los españoles Conchita Martínez en 1994 y Rafa Nadal en 2008. Según cuentan, todo empezó con la raqueta que él mismo se fabricó con trozos de madera. Con modestia y una disciplina de hierro nació la leyenda.
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Protagonista a su pesar
De manera involuntaria, Santana también fue protagonista de la prensa del corazón por su agitada vida sentimental. Su última aparición pública, que hizo sonar todas las alarmas, fue precisamente en una cancha de tenis junto a Álex Corretja después de la muerte de Mila Ximénez, su tercera esposa.
Antes, el tenista tuvo la oportunidad de vivir el amor con otras cuatro mujeres, algunas famosas y otras menos conocidas, como Fernanda González-Dopeso
Fernanda, el amor de juventud
Con la empresaria gallega Fernanda González-Dopeso compartió dos décadas de su vida (de 1962 a 1980) y la crianza de tres de sus cinco hijos: Manuel, Beatriz y Borja, a los que más tarde se unirían Alba, nacida de su matrimonio con Mila Ximénez, y Bárbara, fruto de su relación con la azafata Bárbara Oltra. Beatriz Santana fue durante un tiempo tan famosa como su padre al decidir dedicarse a la interpretación. Fue un rostro popular durante los años 80 -'Al salir de clase' es su serie más recordada- y en la actualidad está volcada en el teatro.
El volcán Mila llega a la vida del tenista
La periodista Mila Ximénez protagonizó la boda más mediática de Santana. Su relación estuvo llena de altibajos, matizados por el nacimiento de Alba, la cuarta hija del tenista. La pareja se dio el sí quiero en una ceremonia civil en febrero de 1983. Tres años después decidieron divorciarse. Como es sabido, la separación no fue amistosa y, posiblemente, parte del conflicto se originó en los acuerdos económicos del divorcio, que dejaron a la colaboradora en una situación precaria, culminada por la separación de su hija. El destino ha querido que la antigua pareja haya muerto con seis meses de diferencia.
Otti Glanzielus, pendiente de los hijos del tenista
Todos los que la conocen tienen buenas palabras para Otti Glanzielus, la modelo sueca que enamoró al tenista después de su separación de su primera mujer. Tras un romance discreto, el matrimonio empezó a residir en Marbella, donde Santana era el director de la escuela de tenis y donde pudieron crear un ambiente acogedor, discreto y amable para que los hijos del tenista pudieran vivir en armonía, sobre todo Alba. Otti fue una segunda madre para ella. De hecho, la joven siempre ha resaltado la valentía de su madre por tomar la difícil decisión de separarse de ella para proporcionarle un entorno seguro, y la generosidad de Otti como una segunda madre. Hoy, la exmodelo permanece alejada del círculo íntimo de Santana, una decisión tomada conscientemente tras el matrimonio del tenista con la colombiana Claudia Rodríguez, una de sus íntimas amigas de Marbella.
Claudia Rodríguez, la última esposa
El último matrimonio de Manuel Santana estuvo precedido por la polémica. Glanzielus fue discreta hacia el hecho de que Claudia Rodríguez, su antigua amiga, terminara casándose con Santana, pero el hecho es que prefirió marcharse de España unos meses, esperando que el huracán mediático cesara. Cuando se tuvo conocimiento de la cuarta boda de Santana, Mila Ximénez declaró que Rodríguez era "una mujer especial que daría qué hablar". La periodista fue precisamente una de las personas que más habló de Rodríguez en los medios. En 2021, la última esposa de Santana puso una demanda contra Ximénez en defensa de su derecho al honor y a su intimidad. Si el proceso civil continúa y la demanda prospera, podría ser Alba Santana la que tuviera que hacer frente. Hoy, casada con el empresario Aviv Miran y madre de familia, sí tendrá que enfrentarse, junto al resto de sus hermanos, a la pérdida de su padre y de toda una leyenda, el astro que brillaba cuando España estaba muy lejos de ser una potencia deportiva.