Comer como un japonés con el placer español: claves para estar delgado sin hacer dieta

El sobrepeso se ha convertido en un problema de salud pública. Gran parte de la población se ha sometido en alguna ocasión a una dieta para intentar bajar los kilos de más, especialmente en primavera, cuando se ve cómo se acerca el verano y no se ha logrado la figura deseada. Los milagros no existen, y conseguir un cuerpo atlético requiere de una combinación de buena alimentación, ejercicio y unos hábitos de vida saludable. Más allá del sedentarismo, la comida es una de las tentaciones nos impide adelgazar y, quizá ahí, deberíamos echarle un ojo a la cultura japonesa.

Si echamos mano de nuestra memoria, pocos japoneses hemos visto con sobrepeso, es uno de los países con la tasa más baja de obesidad en su población. La cultura japonesa tiene mucho que ver con ello, con que tengan una figura más esbelta. En concreto ponen en práctica siete trucos distintos.

La alimentación de los japoneses está basada en comidas que les resulten fáciles de digerir. Ahora que llega el verano eligen alimentos prioritariamente crudos, mientras que en invierno eligen los cocinados.

Otro punto clave para ellos es el método Hará Hachi Bu, que se basa en que, una vez aparezca la sensación de saciedad, paren de comer, no esperar a estar completamente llenos o comer hasta que, literalmente, no podamos más.

Muchos japoneses basan su alimentación, además de en lo anterior, en la energía del yin y yang. De esta manera comen y viven en armonía, buscando un equilibrio con su cuerpo. De esta manera, gran parte de los alimentos son cereales integrales como el arroz o la avena, hasta un 60%; hasta un 30% de frutas y verduras; y hasta un 25% de judías y productos derivados.

Por increíble que parezca, los japoneses no tienen costumbre de ir a machacarse al gimnasio, solo a realizar entrenamientos moderados y diarios, como andar o hacer yoga, que además de mantenerles activos les permite rebajar si nivel de estrés.

Al parecer, tomar baños calientes, de entre 38 y 42 grados les ayuda a quemar calorías, pero no solo eso. También les permite reducir los niveles de azúcar en la sangre, disminuye la inflamación o les ayuda a conciliar el sueño y que sea de mayor calidad.

Esta técnica consiste en respirar durante tres segundos y exhalar durante siete. La grasa se compone de oxígeno, carbohidratos e hidrogeno, por lo que cuando respiramos, el oxígeno llega a las células grasas y se descomponen en agua y carbono. Por ello, cuanto más oxígeno use nuestro organismo, más grasa quema.

Una buena postura también nos ayuda a tener una buena figura corporal. En Japón se sientan en el suelo con las piernas estiradas mientas se coloca una toalla enrollada detrás de la espalda. Acuéstate en posición recta de manera que la toalla quede debajo de la cintura y acerca los dedos de tus pies mientras los talones quedan anclados al suelo de forma que los pies hagan un triángulo. Por su parte, lleva los brazos por encima de la cabeza e intenta juntar los meñiques y, una vez tengas la postura, mantenla unos cinco minutos.