La nueva variante BA.5 ya se ha convertido en la predominante en todo el país y ha traído consigo importantes cambios relativos tanto a la sintomatología como al contagio. Los afectados por este nuevo covid tardan mucho menos en incubarlo y, pese a encontrarse mal, dan negativo en los test durante días. Ahora, los enfermos de covid no solo tienen fiebre, dolor de cabeza y tos, sino que hay una evolución de los mismos que ha llevado a los expertos a hacer un nuevo listado. Ha sido elaborado en Reino Unido, tras analizar a 17.500 participantes que habían dado positivo en coronavirus. Además de algunos comunes, lo más relevante es la aparición de un nuevo síntoma llamado coriza y que es bastante desconocido para el común de los mortales. Te contamos de qué se trata.
Es un tipo de rinitis aguda. Es decir, una inflamación de la mucosa de la nariz que se produce por todas las enfermedades relacionadas con una inflamación de las fosas nasales y que está acompañada de estornudos, obstrucción o secreción nasal. Los síntomas se presentan durante dos o más días consecutivos y a lo largo de más de una hora. Es, a grandes rasgos, un catarro que, si no se trata, puede derivar en otras complicaciones como la sinusitis.
Sus causas son varias. Por un lado, la rinitis alérgica, muy común en primavera ya que está provocada por el polen, las gramíneas u otros cambios en el clima, y no tiene nada que ver con el asma. Por otro están las infecciones virales, como puede ser la gripe o el coronavirus, y las bacterianas.
De acuerdo con la investigación, la coriza se ha presentado en el 40% de los casos, siendo el quinto síntoma más frecuente de los afectados. Antes del covid, afectaba a entre el 10 y el 25% de la población mundial y en nuestro país se estima que tienen un 22% de prevalencia, aunque habrá que esperar para determinar cuál es el impacto actual en España tras esta séptima ola que parece que está llegando a su fin.
Otra de la sintomatología determinante a la hora de diferenciar los últimos sublinajes es la aparición de diarrea a lo que también se suman los desmayos y los vértigos. También la hipotensión ostostática, una afección relativamente común y que produce mareos súbitos al levantarse de manera repentina después de mucho tiempo tumbado o sentado. Se trata de episodios transitorios y poco duraderos que pueden producirse mientras se está contagiado o tras superar la enfermedad, a modo de secuela.