La poliomelitis vuelve a amenazar a Occidente, donde llevaba tiempo erradicada, tras la detección de un caso en Nueva York, algo que no sucedía desde hace una década, y de restos en las aguas del alcantarillado en Reino Unido. ¿Está de vuelta la enfermedad que durante años fue un gran problema de salud en muchos países como España? El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) lo tiene claro: "Mientras haya grupos de población no vacunados o insuficientemente vacunados en los países europeos y no se erradique la polio a nivel mundial, sigue existiendo el riesgo de que el virus se reintroduzca en Europa".
Tras este primer nuevo caso en EEUU desde el año 2008 y la posibilidad de que se haya producido transmisión local en Reino Unido, la enfermedad preocupa ahora en Occidente. A nivel mundial, hasta el 9 de agosto, se han notificado este año 19 casos de polio por poliovirus salvaje de tipo 1 (WPV1) y 223 casos por poliovirus circulante derivado de la vacuna (cVDPV).
Londres no ha tardado en reaccionar y ya ha puesto en marcha una campaña de vacunación para inocular dosis de refuerzo a un millón de niños de entre uno y nueve años, independientemente de si ya tenían la pauta completa, para garantizar un alto nivel de protección contra el virus y limitar su propagación.
La Unión Europea, así como el Reino Unido y la región europea más amplia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han permanecido libres de polio desde 2002. En todos los países europeos se utilizan vacunas antipoliomielíticas inactivadas. Los dos únicos países del mundo donde la enfermedad sigue siendo endémica son Pakistán y Afganistán, con 12 casos y uno en lo que va de año, respectivamente. Nigeria, el otro país donde había polio salvaje ya lleva desde 2016 sin notificar un solo caso.
Sin embargo, el ECDC indica que dos países (Polonia y Rumanía) y un país vecino (Ucrania) siguen teniendo un "alto riesgo" de que se produzca un brote sostenido de polio como consecuencia de la importación de poliovirus salvajes o de la aparición del cVDPV, debido a que "el rendimiento de los programas no es óptimo y a la baja inmunidad de la población".
Para limitar el riesgo de reintroducción y de transmisión sostenida de la polio en Europa, el ECDC considera "crucial" mantener "una alta cobertura vacunal en la población general y aumentar la aceptación de la vacunación en los focos de población infrainmunizada".
La recomendación a los ciudadanos europeos que sean residentes o visitantes de larga duración (más de 4 semanas) en países con riesgo potencial de propagación internacional de la polio es que reciban una dosis adicional de la vacuna contra la polio entre cuatro semanas y 12 meses antes del viaje internacional.
La poliomielitis es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El virus entra en el organismo a través de la boca, generalmente cuando las manos se han contaminado con las heces de una persona infectada.
En su forma más grave, provoca lesiones a los nervios y médula espinal causando parálisis, dificultad para respirar y, en algunos casos, la muerte. La parálisis es más común y severa cuando la infección se presenta en personas mayores. La polio no tiene cura pero puede prevenirse, gracias a la vacuna. De las tres cepas de poliovirus salvaje, solo la de tipo1 sigue existiendo. El poliovirus tipo 2 se certificó como erradicado en 2015, mientras que el tipo 3 lo hizo en 2019.
Aunque pueda provocar parálisis y la muerte, por lo general la persona infectada ni siquiera desarrolla síntomas. De haberlos, normalmente son leves y similares a otras enfermedades víricas como fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, vómitos, fatiga, dolor o rigidez en la espalda, en el cuello o en los brazos o piernas y debilidad muscular.