Descubren el grupo sanguíneo con más probabilidades de sufrir un ictus antes de los 60 años
El grupo sanguíneo puede predisponer a sufrir un ictus antes de los 60 años
Según la investigación, el tipo de sangre A es el que más probabilidades tiene, mientras que el tipo 0 el que menos
¿Cómo afecta el paracetamol al corazón y qué consecuencias puede tener un consumo excesivo?
Unas 120.000 personas sufren cada año un accidente cerebrovascular, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), convirtiéndose así el ictus en una de las principales causas de muerte en nuestro país, especialmente en personas mayores de 65 años, aunque los menores de esa edad representan un gran porcentaje de los afectados. Debido a ello, los investigadores tratan de conocer mejor cómo se produce y su origen, por eso mismo han estudiado por grupos sanguíneos cuál tiene mayor riesgo de sufrir un ictus en edad temprana, antes de los 60 años.
MÁS
El estudio ya ha sido elaborado y se ha publicado en Neurology. En él se señala que las variantes genéticas que están relacionadas con el tipo de sangre de cada persona podrían estar relacionado con el riesgo de cada uno de sufrir un ictus temprano.
Braxton D. Mitchell, uno de los autores principales des estudio, expone que “los tipos de sangre que no son 0 se han relacionado anteriormente con un riesgo de derrame temprano, pero los hallazgos de nuestro metaanálisis mostraron un vínculo más fuerte entre estos tipos de sangre con el accidente cerebrovascular temprano en comparación con el tardío, y en la vinculación del riesgo principalmente con el tipo de sangre A”.
A través de sus análisis han descubierto que aquellas variantes genéticas vinculadas al tipo de sangre A representan casi la mayoría de las vinculadas con un derrame a edad temprana, siendo personas “más propensas a desarrollas coágulos de sangre, lo que puede provocar un accidente cerebrovascular”.
¿Qué grupo sanguíneo corre más riesgo?
La investigación se ha desarrollado a través de una revisión de 48 estudios sobre genética y accidente cerebrovascular isquémico, de los que formaban 16.927 personas que habían sufrido un infarto cerebral, y otras 576.353 que no. De los que sí habían sufrido un ictus, 5.825 lo tuvieron a edad temprana, antes de los 60 años.
De esta manera, el grupo de investigadores encontraron un vínculo entre el derrame temprano y el área del cromosoma que incluye el gen que determina el tipo de sangre de la persona. Tras ello, dividieron a los participantes por grupo sanguíneo A, AB, B y 0 para comparar la prevalencia en cada uno.
Así, la evidencia muestra que tienen más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular temprano las personas con sangre tipo A, mientras que los de tipo 0 eran los que menos probabilidades presentaban. Sin embargo, también apuntan que las personas con sangre tipo B tenían probabilidades altas de un ictus temprano y tardío.
En todo caso, los autores aclaran que “se necesita investigación futura para ayudar a desarrollar una comprensión más precisa de cómo se desarrolla el infarto cerebral. Esto podría conducir a tratamientos preventivos específicos para el derrame de aparición temprana, lo que podría dar como resultado una menor discapacidad durante los años más productivos de las personas”.