“No tienes pelos en la lengua” es una de esas expresiones que todos hemos oído. Bien se la hemos dicho a alguien o bien se ha pronunciado para referirse a nosotros. Esa frase popular se utiliza para describir a las personas que son muy directas o que no tienen problema alguno en dar su opinión sobre cualquier tema. Sin embargo, a simple vista nadie tiene pelos en la lengua. A simple vista, pues existe una patología en la que parece que sí tenemos pelos en la lengua: la lengua vellosa o pilosa.
Según Mayo Clinic, se trata de “una enfermedad bucal, inofensiva y temporal que le da a la lengua un aspecto oscuro y peludo. El aspecto distintivo se debe a una acumulación de células cutáneas muertas en las numerosas proyecciones diminutas de la superficie de la lengua que contienen botones gustativos”. Pese a que por su aspecto puede parecer una enfermedad grave, por lo general “no causa problemas de salud y no provoca dolor”, acabando con esta afección con los factores que la originan y con unos buenos hábitos de higiene.
Los síntomas de la lengua vellosa son claros:
No siempre se puede llegar a determinar una causa concreta de la lengua vellosa, pero sí que existen unos factores concretos que pueden contribuir a que aparezca esta afección. Entre ellos, puede ocurrir por una mala higiene bucal, sequedad en la boca, utilizar con frecuencia enjuagues bucales irritantes, el tabaco, el exceso de consumo de café o de alcohol, una dieta blanda que no ayuda a retirar las células muertas de la lengua o cambios en el contenido de las bacterias bucales tras tomar antibióticos.
Desde luego no es una enfermedad atractiva, ya que afecta al aspecto de nuestra boca, una de las principales señas de identidad de las personas, pero afortunadamente suele ser temporal y sin mayor peligro. Por eso mismo, de aparecer es conveniente acudir al médico para acabar con la lengua vellosa cuanto antes o si tras días con una buena higiene bucal no desaparece, uno de los principales factores para que no aparezca.