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Puede que con la vuelta de las vacaciones y el cambio de estación, sufras algunos problemas para conciliar el sueño. Los problemas para dormir también pueden aparecer en jóvenes y adolescentes, propiciados, sobre todo, por el cambio de hábitos y la reordenación de sus horarios. Entre los remedios más eficaces para superar este insomnio estacional está la melatonina. Pero no siempre es fácil de digerir.
La melatonina es una de las hormonas que el cuerpo necesita para funcionar con normalidad. Su función principal y más conocida es la de regular el ciclo del sueño. Nuestro organismo segrega melatonina, pero a veces, no en la cantidad suficiente. Los niveles de melatonina pueden descender por la edad o porque no nos expongamos a la suficiente luz solar. El sol facilita la segregación de melatonina, de manera que, por la noche, los niveles en sangre aumentan, contribuyendo a disfrutar de un descanso reparador. Sin embargo, la secreción de la hormona no siempre es la correcta, por eso es fundamental tomar los aportes necesarios, aprovechando todo su potencial y sin problemas digestivos.
Con este objetivo, nacen los suplementos en forma de gominolas, un formato cómodo que evita algunos de los inconvenientes de los suplementos nutricionales y gozan de aceptación entre los más jóvenes.
En el caso de la melatonina, ¿qué ocurre en nuestro organismo cuando tomamos una chuche de esta hormona?
Como anticipábamos, la melatonina es principalmente conocida por ser la hormona que ayuda a regular el sueño. Se libera en la oscuridad, interviniendo en los ritmos circadianos y contribuyendo a un descanso de calidad. Por eso, es importante no exponerse a luces brillantes, como la pantalla de móviles, televisiones o tablets durante las dos horas anteriores a irse a la cama.
La melatonina tiene un poder antioxidante superior al de la vitamina E y C. Combate los radicales libres, beneficia la salud de las células y actúa contra el envejecimiento. Además, numerosos estudios avalan que también ayuda a combatir la diabetes.
Precisamente, gracias a su efecto antioxidante, evita quemaduras en la piel, retrasa los signos de envejecimiento y estimula el crecimiento del pelo.
Tiene un efecto regulador. Por un lado, aumenta el número de células del sistema inmunitario para luchar contra las infecciones y, al mismo tiempo, regula la producción de factores inflamatorios, evitando así la inflamación crónica.
Es una de las propiedades recientemente descubiertas. La melatonina ayuda a retardar enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo, como el Alzheimer y otros tipos de demencia.
Al tener la luz solar como principal fuente, la melatonina aumenta la producción de osteocalcina mejorando la salud ósea, algo particularmente importante para los jóvenes en su época de crecimiento y, entre los mayores, para prevenir la osteoporosis.
Algunos estudios afirman que la melatonina ayuda a prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, como infartos e ictus, más habituales a partir de los 60 años.
Actúa contra la astenia estacional
La mayoría de las personas experimentan cambios de humor al principio de las nuevas estaciones, una reacción que podría estar relacionada con los cambios del ritmo circadiano causados por los cambios de luz. Al tomar melatonina contribuimos a que esos cambios sean más suaves.