¿Duermes mal? El número de horas tomando el aire en la calle puede ser la solución
Los españoles pasamos entre el 85 y el 90% del tiempo en interiores, unas cifras que no son nada saludables
Sin luz natural, no somos capaces de sintetizar melatonina y, además de estar más somnolientos durante el día, dormiremos peor por la noche.
Uno de cada tres españoles tiene déficit de vitamina D
El invierno es época de sofá, manta y libro. Los días son más cortos y apetece menos salir de casa que cuando las temperaturas son altas y las jornadas largas y soleadas. Esto se traduce en que los españoles pasamos entre el 85 y el 90% del tiempo en interiores, unas cifras que no son nada saludables. Los expertos recomiendan pasar al menos dos horas expuestos a la luz o 15 minutos diarios directamente al sol, siempre con protección. La consecuencia más clara de no hacerlo es la carencia de vitamina D, que desempeña un papel fundamental para los huesos dientes músculos y sistema inmunitario, algo especialmente preocupante en personas adultas y de edad avanzada. Sin embargo, existen muchos más riesgos entre ellos el insomnio. Te lo contamos.
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Sin luz, fractura de cadera (casi) asegurada
La osteomalacia, habitual en los seniors, consiste en el reblandecimiento de los huesos que no pueden absorber el calcio debido a la falta de la vitamina anteriormente nombrada. Esto produce debilidad muscular, dolor óseo y frecuentes fracturas, en muchos casos sin necesidad de golpes o caídas que las ocasionen. El déficit de vitamina D también está muy relacionado con las enfermedades bucales, trastornos neuromusculares, alteraciones inmunomoduladoras -que son las implicadas en la aparición de tumores-, resistencia a la insulina y enfermedades cardiovasculares. En España, pese a ser uno de los países más soleados del mundo, una de cada 3 personas presenta un déficit de esta vitamina que se incrementa en el caso de ancianos, obesos o personas con diabetes.
Además del déficit en vitamina D, no recibir la luz del día influye y mucho en la salud mental. Salir a que nos dé el aire es uno de los consejos más habituales cuando pasamos un mal día. Salir del entorno tóxico o que nos ha llevado a ese estado de estrés y ansiedad nos ayuda a darnos cuenta de que existe otro mundo y nos evade de esa realidad. De acuerdo con un estudio realizado a participantes británicos, cada hora que se pasa en el exterior se relaciona con menos probabilidades de depresión, uso de antidepresivos, anhedonia y desánimo.
¿Problemas con el sueño?
El ser humano está programado para vivir en la naturaleza y nuestro organismo necesita la luz para sincronizar nuestro sistema circadiano, es decir, el que controla el sueño. Pese a que siempre solemos hablar de la importancia de eliminar las pantallas o lo que es lo mismo, la luz artificial, las horas previas de acostarnos, exponerse a la natural a lo largo del día es igual o más importante. Sin luz, no somos capaces de sintetizar melatonina y, además de estar más somnolientos durante el día, dormiremos peor por la noche.
Nuestra vista también puede verse muy afectada si nos pasamos todo el día dentro de casa. Una nueva investigación asegura que el tiempo pasado en espacios exteriores protege contra la miopía, aunque no mejora el estado de los que ya lo son. Esta investigación desmonta lo que se pensaba hasta ahora, que el problema venía por no mirar de lejos y no por la falta de luz natural.