¿Carne y pescado en la misma comida de Navidad? Si no quieres engordar, no mezcles la proteína animal

  • Los españoles engordaremos una media de cinco kilos en las celebraciones navideñas a lo largo de un mes lleno de excesos gastronómicos

  • La clave para no engordar y mantener la salud es lo contrario a la costumbre navideña: comer sin mezclar tipos de proteínas, ni carne ni pescado juntos

  • La razón es que las distintas proteínas requieren unas condiciones de pH diferentes y, sobre todo, distintas enzimas digestivas y diferentes jugos gástricos

A punto de comenzar el festival gastronómico de la Navidad, ¿quién quiere oír hablar de consejos de nutrición? Los desoímos al punto de cada español puede engordar una media de cinco kilos en las celebraciones navideñas. La excusa es que ocurre una vez al año. Y así es, pero se trata de 'una única vez' muy larga: si sumamos los días previos a la Navidad, ya plagados de eventos, encontramos que nos damos a los excesos durante casi un mes, el 10% del año.

Al margen del peso acumulado, comer en exceso, mucho y muchos tipos de alimentos, no solo dificulta el control del peso, sino que además, a corto plazo, produce molestias digestivas, hinchazón, gases, ardor, acidez y la molesta distensión abdominal. Hay maneras de evitarlo, y (spoiler) se trata de no comer lo que estamos a punto de comer estas Navidades. Al menos, no de la misma manera.

Alimentos incompatibles

En cada casa los menús navideños cambian. Pero sí hay algo común: variedad de alimentos considerados de lujo, como el marisco y la carne y el pescado de 'alta gama', más los dulces típicos, todo ello en platos copiosos. En el afán de ofrecer lo mejor, mezclamos alimentos incompatibles y el resultado es el ya descrito.

¿Por qué ocurre esto? Algunos alimentos, bien por sus necesidades de PH o bien por sus necesidades enzimáticas, son incompatibles entre sí y cuando se comen juntos dificultan una buena digestión y absorción de los nutrientes.

Favorecer que la comida haga su trabajo

Respecto a la combinación de alimentos, hay dos factores muy importantes que tenemos que tener en cuenta. Lo primero es tener claro que queremos potenciar la función de cada alimento para que realice de manera óptima su función en nuestro organismo. El segundo es regular el índice glucémico para tener un buen control de peso, evitar la inflamación crónica y favorecer la salud física, mental y emocional.

Cada alimento desarrolla un papel fundamental en el cuerpo humano. Los hidratos de carbono son el 'combustible' que nos da energía. Las proteínas, el 'arquitecto' que ayuda a construir huesos, músculos y tejidos. Las grasas sirven para almacenar la energía y son también la estructura que permite producir hormonas y otras sustancias imprescindibles para las funciones vitales.

Lo relevante es que, según la combinación de alimentos que hagamos, vamos a potenciar o a anular estas funciones y vamos a hacer que nuestro organismo se desgaste más o menos haciendo el trabajo digestivo.

La regla de oro de los nutricionistas

Entre los expertos en nutrición existe una regla de oro: no mezclar alimentos que requieran para su metabolización la acción de muchos agentes. El objetivo es no hacer trabajar a los órganos digestivos más de lo necesario, haciendo un trabajo extra en la descomposición de nutrientes y en la eliminación de toxinas.

En términos prácticos, se trata de no comer carne, pescado y legumbres en la misma comida. Las distintas proteínas requieren unas condiciones de pH diferentes y, sobre todo, distintas enzimas digestivas y diferentes jugos gástricos. Son proteínas de distinta naturaleza con requerimientos digestivos distintos.

¿Estamos todos pensando en el marisco, el cochinillo, el cordero o el pavo, todos en amigable convivencia en las mesas de Navidad? ¿O en la fabada y en el cocido que te comiste hace unos días?

La opción más sana

Los nutricionistas explican que en las comidas principales del día, comida y cena, la mejor opción sería un único tipo de proteína, como carne, pescado o huevo, sobre todo por la noche, y legumbre, mejor al mediodía, junto a una buena fuente de hidratos de carbono y verduras.

El método de preparación también es importante. A mediodía, la verdura puede ser cruda en forma de ensalada y por la noche, cocinada al vapor, en puré o rehogadas a baja temperatura con una buena fuente de grasas como el aceite de oliva, mejor de virgen extra de primera presión. En cuanto a grasas, además del aceite, son muy saludables el aguacate, los frutos secos crudos y las semillas.

Es probable que estas opciones no encajen en el menú que ya tienes dispuesto o el que vas a compartir estos días. Pero con estas recomendaciones, sí podrás hacer la mejor combinación. Y si, además, masticas mucho y comes raciones moderadas, estás más cerca de llegar al final de las Fiestas sano, lleno de energía y sin kilos de más.