La adolescencia es época de cambios de todo tipo, también físicos. En esa espiral de cambios se ve inmersa la princesa Leonor. Estudia Bachillerato Internacional en un prestigioso colegio de Gales y viene a España en ocasiones contadas, casi siempre relacionadas con sus obligaciones institucionales. En las últimas imágenes de la princesa, algo llamaba la atención: la falta de una pieza dental en la arcada superior. ¿Accidente? ¿Intervención dental? Ni una cosa ni otra. Leonor de Borbón tiene agenesia, pero no es la única persona que la padece. De hecho, es la anomalía del desarrollo más habitual del ser humano.
La agenesia es la ausencia o defecto de la formación y desarrollo de una o más piezas dentales, ya sean temporales, como los dientes de leche, o definitivos. No se trata solo de un problema estético, ya que también perjudica a las distintas acciones que realizamos con la boca, provocando así dificultades en el habla. Además, condiciona el posicionamiento del resto de las piezas dentales e impide una correcta masticación. Recordemos que masticar es la primera parte de la digestión. Una mala masticación puede ocasionar problemas digestivos, así como una mala absorción de los nutrientes.
La agenesia dental puede diagnosticarse tanto en adultos como en niños y suele tener mayor incidencia en la arcada superior que en la inferior.
Los tipos de agenesia atienden a dos factores: el número de dientes que faltan o bien el lugar de la boca donde sucede. Si atendemos a cuantas piezas faltan, la agenesia puede ser puntual o hipodoncia (faltan entre una a seis piezas y es muy frecuente cuando no se desarrollan muelas del juicio); múltiple (faltan más de seis dientes en la arcada) y la conocida como anodoncia (ausencia total de dientes, ya sean temporales o definitivos).
Si, en cambio, os fijamos en el lado de la boca al que afecta, la agenesia dental puede ser unilateral, en un único lado de la dentadura, o bilateral, en ambos lados de la boca.
La agenesia se asocia a factores congénitos, pero también pueden influir factores ambientales, patológicos y evolutivos involucrados en los mecanismos normales del desarrollo dentario, un proceso que tiene lugar durante la fase embrionaria cuando se forma la lámina dentaria para el desarrollo del diente.
Desde el punto de vista genético, existen 200 genes involucrados en la codificación de los factores de crecimiento y proteínas encargadas de regular las actividades celulares y determinar la posición, número y forma de los dientes. Por esta complejidad, es difícil concretar qué genes y proteínas intervienen en el desarrollo de la agenesia.
Sí hay evidencias científicas de que la agenesia tiene una gran influencia congénita, ya que es común que se manifieste en miembros de una misma familia. Lo más habitual la agenesia dental en niños y en personas con alguna alteración cromosómica o sistémica, como el Síndrome de Down, paladar hendido o labio leporino.
La agenesia también es común en personas cuya madre ha sufrido algún proceso infeccioso durante el embarazo. Así mismo, otros factores externos que afectan el proceso normal de creación dentaria son la terapia de radiación, la quimioterapia o la terapia con células madre. La exposición a contaminantes como la dioxina también produce esta condición.
Los cambios de hábitos alimentarios también pueden influir. Estos cambios en la dieta pueden provocar un menor desarrollo de los maxilares, lo que puede incidir en la falta de desarrollo de ciertas piezas dentales que a su vez se transmiten genéticamente. De la misma manera, la obstrucción o la falta de espacio en la cavidad oral pueden llegar a impedir la formación de un diente, que quedaría oculto en el maxilar.
La detección precoz es fundamental. Cualquier ausencia o defecto de una o varias piezas dentales no solo afecta a la estética, sino también a la funcionalidad de nuestra boca bien sea para masticar o hablar. Los espacios dentales provocan que adoptemos posiciones anómalas y forzadas en el resto de la boca.
En cuanto a tratamientos, existen numerosas terapias que solucionan la agenesia dental. Antes de elegir alguno de ellos, el especialista dental debe valorar el número de piezas que faltan, su ubicación, la edad del paciente, el estado del resto de piezas y la morfología y fisonomía facial, entre otros.
Con todos esos factores estudiados, dependiendo de la gravedad de la agenesia se pueden pautar los siguientes tratamientos: