Han pasado casi tres años desde que se declaró la pandemia mundial provocada por la covid-19 y, desde entonces, hemos tenido unas compañeras sin las que es imposible no salir de casa: las mascarillas. Bien es cierto que hasta ahora ya solo había que seguirlas usando obligatoriamente en determinados lugares, como el transporte público, algo que a partir de ahora cambia por completo después de que se haya publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la nueva medida que retira la obligatoriedad de ponerse la mascarilla en el metro, el autobús o el tren. ¿Cómo queda la norma? ¿Dónde sí que hay que seguir llevándola? ¿Pueden obligarme a ponérmela en mi puesto de trabajo?
Esta medida llega tras los buenos datos epidemiológicos, sin que los brotes producidos en China hayan tenido repercusión en los casos registrados en nuestro país. Así, desde hoy la mascarilla pasa a ser una recomendación y una opción personal en metros, autobuses, taxis, aviones, trenes, etc.
Sin embargo, tampoco habrá ningún tipo de obligatoriedad de utilizarla en algunos establecimientos sanitarios, como pueden ser las ópticas, las ortopedias o los centros de audioprótesis. Hasta ahí.
En el resto de los centros sanitarios sí que habrá que cubrirse nariz y boca, por ejemplo, en las residencias de mayores, tanto los trabajadores como los que acudan de visita. También seguirá siendo necesaria para entrar en las farmacias. Como es lógico, también será obligatoria en hospitales, centros de salud y médicos públicos y privados, clínicas dentales, fisioterapeutas, dermatólogos, podólogos, de estética, laboratorios de análisis clínicos, o centros de donación, entre otros.
No obstante, hay algunas dudas, como si es necesario seguir poniéndose la mascarilla en nuestro puesto de trabajo. La propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha confirmado que en el ámbito laboral las mascarillas “no son obligatorias”, pero dentro de la norma está plasmada la posibilidad de que los servicios de prevención de cada empresa puedan decidir, siempre que lo crea oportuno, obligar a sus trabajadores a hacer uso de la mascarilla.
En todo caso, y pese a la esperada liberación, desde la Sociedad Española de Epidemiología recuerdan a la población no descartar el uso del tapabocas en algunas circunstancias, ya que es una herramienta que sigue siendo útil, por ejemplo, para personas vulnerables o en espacios mal ventilados. Además, apuntan que es recomendable para aquellas personas que tengan síntomas respiratorios compatibles tanto con el coronavirus como con otras infecciones, como la gripe.