Mitos a derribar más allá de los 50: "Muchas mujeres llevan sujetadores de una talla que no es la correcta"
La ginecóloga Lorena Serrano aborda en su primer libro algunos de los mitos sobre sexualidad y sobre el cuerpo femenino que aún se escuchan en consulta
"Muchas mujeres disfrutan más de la sexualidad en la menopausia, entre otras cosas por el propio autoconocimiento"
"Desde el punto de vista médico, usar sujetador no es algo imprescindible y debe dejarse a elección de cada mujer en función de sus necesidades"
¿Es la menopausia un final de etapa? ¿El sexo es peor a los 50? Son preguntas que suenan a tabú y las que Lorena Serrano, médico especialista en Ginecología y Obstetricia, máster en Senología y Patología Mamaria y máster en Nutrición y Salud de la Mujer, se enfrenta cada día en su consulta. Para responderlas y deshacer algunos entuertos, como el de la paciente que quería aplicarse ajo en su vagina para deshacerse de la candidiasis (anécdota real), la experta, que también es una conocida divulgadora en redes sociales (@hello.gyn), ha escrito 'Conócete bien, cuídate mejor' (Planeta), una obra nacida con el objetivo de ser una gran guía de la salud femenina que parte de un concepto muy simple, per muy valioso: para cuidarse hay que conocerse.
El autocuidado está relacionado con la propia conciencia de nuestro cuerpo. No podemos cuidar lo que no conocemos. ¿Hasta qué punto conocen las mujeres su propio cuerpo?
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Totalmente de acuerdo: no podemos cuidar algo que no conocemos bien y, por mi experiencia, en lo que veo a diario desde hace años en consulta, es que las mujeres desconocen mucho sobre su cuerpo, especialmente cuando nos referimos al aparato reproductor. Por empezar, ni siquiera distinguimos entre vulva y vagina, cuando son dos cosas diferentes. A partir de aquí, todavía corren mitos sobre la menstruación y existe un gran desconocimiento sobre los problemas ginecológicos, y al final son cosas por las que todas vamos a pasar tarde o temprano: quistes en los ovarios, dolor mamario, trastornos menstruales, hongos vaginales… son trastornos muy frecuentes.
¿En tu experiencia, los 50 es la edad de la súper sexualidad de la mujer? Lo cierto es que la menopausia no lo pone fácil, pero el cine está lleno de vampiresas de 50.
Curiosamente, lo que más veo en consulta es que las mujeres tras la menopausia manifiestan mayor dificultad para disfrutar de sus relaciones sexuales. Lo que está claro es que con la edad cambia la respuesta sexual, y con la llegada de la menopausia podemos encontrarnos con un enlentecimiento en la fase de excitación sexual, unas mucosas genitales más delgadas y finas, una menor lubricación vaginal y también una menor percepción de las sensaciones genitales. Pero aunque parezca una limitación, para muchas mujeres, estos cambios no significan necesariamente que disminuya la satisfacción sexual. Es más, muchas mujeres disfrutan más de la sexualidad en esta etapa, entre otras cosas por el propio autoconocimiento, por el hecho de perder el temor a un embarazo y por disponer de más tiempo, una vez los hijos ya son grandes.
Centrándonos en el pecho: ¿lo tratamos con naturalidad o siempre desde el miedo a una posible enfermedad?
Los problemas en las mamas generalmente asustan. En parte es normal: sabemos que el cáncer de mama es muy frecuente en la mujer y tampoco tenemos conocimiento de las otras cosas que pueden aparecer en el pecho, y que no son cáncer. De hecho, en la práctica clínica lo más frecuente son los procesos benignos, y en las mamas podemos tener quistes, fibroadenomas, dolor mamario u otras alteraciones que no son un tumor maligno. Sin embargo, la mayoría de mujeres que acuden a consulta porque se han notado algún cambio en sus mamas, suelen manifestar una profunda preocupación porque indiscutiblemente lo primero que nos viene a la cabeza es “esto tiene que ser un cáncer”.
¿Qué mitos son los más frecuentes?
En ginecología hay muchísimos. Yo cada día me sorprendo cuando alguna paciente me saca alguno que no había escuchado nunca antes. El de que la regla desintoxica está en el top 3: esta creencia errónea de que la sangre menstrual nos elimina toxinas del cuerpo. Otro en relación con este tema -y bastante frecuente también- es que, si no te viene la regla, esta se acumula dentro. Luego hay otros mitos como que hay que lavarse la vagina para no tener infecciones, cuando la verdad es que es al contrario: lo que tenemos que evitar es lavarnos la vagina en exceso para no destruir nuestra microbiota, que es quien nos protege de contraer infecciones.
¿Qué consulta médica te ha sorprendido más?
Si contamos los mitos como consulta médica, que pregunten si meterse en un ajo en la vagina como tratamiento en la candidiasis, por ejemplo. En situaciones así, no sabes realmente cómo reaccionar porque no lo ves venir. Así que, si nos gusta el ajo, lo dejamos solo para la cocina.
Hay muchas leyendas urbanas sueltas relacionadas con los pechos, aprovechemos para aclararlas.
Durante un tiempo se escuchaba mucho que llevar sujetador con aro aumentaba el riesgo de cáncer de mama. Se creía que la compresión que ejercía la prenda sobre el pecho podía bloquear los conductos linfáticos, evitando así que se drenaran las toxinas. De forma que, al acumularse en la mama, podían aumentar el riesgo de cáncer. Esto no es así: no hay evidencia científica que apoye estos datos y, de hecho, esta asociación ya ha sido descartada con estudios. De la misma forma, tener un pecho pequeño no implica que no puedas desarrollar un cáncer: independientemente del tamaño, se deben hacer las revisiones de igual forma.
¿Es malo dormir con sujetador?
El uso del sujetador en general es un tema bastante controvertido, porque cada mujer es un mundo y cada cual tiene un pecho distinto y unas necesidades o preferencias determinadas. Digamos que dormir con un sujetador no es malo ni bueno. En mi opinión, dormir con sujetador con aro (además de incómodo), la anilla puede clavarse y ser causa de mastalgia o dolor mamario. Hay mujeres que no se sienten cómodas durmiendo sin nada y prefieren usar alguno tipo top que no apriete tanto pero sí sujete, vale la pena mencionar que en mujeres con pechos grandes o con dolores mamarios a veces dormir con uno de estos tops que sujeten un poco la mama sin apretarla demasiado, puede ser útil.
¿Sin sujetador?
Estamos en las mismas. No es ni bueno ni malo. No hay ningún problema en dormir sin sujetador, depende de la preferencia de cada persona.
¿No llevar sujetador es dejar ‘barra libre’ a la gravedad?
En pechos más grandes sí, ya que los ligamentos que sujetan las mamas se pueden distender con la tracción y ocasionar a la larga dolor mamario o incluso dolor de espalda, sobre todo en mujeres que hacen actividades de impacto. En estos casos puede ser recomendable el uso del sujetador. En pacientes con mamas pequeñas, a veces incluso les resulta más cómodo no llevarlo, por lo que la decisión acaba siendo algo personal. Lo que sí es importante, si usas sujetador, es que sea cómodo y el adecuado para cada pecho.
¿Qué piensas del movimiento ‘braless’?
En mi opinión llevar o no llevar sujetador es una decisión muy personal. Desde el punto de vista médico, usar sujetador no es algo imprescindible y debe dejarse a elección de cada una en función de cómo se sientan más cómodas y sus necesidades.
¿En qué deberíamos fijarnos al comprar un sujetador?
Lo básico es acertar con la talla, y este es el verdadero reto ya que la gran mayoría de las mujeres llevan sujetadores de una talla que no es la correcta. Hay que tener en cuenta también que no siempre vamos a tener la misma talla ni la misma copa, en función de si hemos ganado o perdido peso, de si hemos pasado por un embarazo o no… Todo ello hace que nuestra talla cambie, y es importante reevaluar qué talla tenemos periódicamente, no quedarnos con la 90B que una vez nos dijeron que teníamos. Otros consejos importantes son: los tirantes no deben quedar ni holgados ni tan apretados hasta el punto que nos deje marca en la piel, el pecho debe rellenar toda la copa del sujetador o, por último, el sujetador no debe oprimir tanto como para que parte del pecho sobresalga por encima o por los lados.
¿Cuáles son los mejores cuidados diarios para el pecho?
En aquellas mujeres que quieran llevar sujetador es importante que este sea el adecuado para su tipo de mama. Otro aspecto importante es no olvidarnos del protector solar en verano: es frecuente en verano olvidar de protegernos la piel de las mamas al estar cubiertas por la ropa de baño. Sin embargo, a veces al movernos o estirarnos, el bañador puede desplazarse y dejar parte de piel al descubierto que puede quemarse con facilidad.
¿Ese gesto tan sencillo ayuda a prevenir el cáncer de mama?
Aunque pensemos que esto viene determinado por los genes, la realidad es que la mayoría de los cánceres de mama surgen como mutaciones espontáneas no relacionadas con una mutación genética. Por eso es necesario que llevemos unos buenos hábitos, como mantener un peso adecuado y una alimentación saludable, hacer ejercicio, no fumar, evitar o limitar el consumo de alcohol, dar lactancia materna si es posible, y acudir a los controles mamográficos cuando toca.
¿Qué señales nos indican que es necesario ir al médico?
Hay varias señales que deben ponernos en alerta como: un bulto en el pecho de nueva aparición, una retracción del pezón que no estaba previamente, secreción sanguinolenta por el pezón, un hundimiento de alguna parte de la glándula, una piel con aspecto de piel de naranja, un nódulo en la axila indurado y también una mama que se vuelve roja, caliente y dolorosa. Estos son algunos de los signos de alarma de que algo no va bien y son indicativos de consultar con el médico, pero no significa que todo ello vaya a ser necesariamente cáncer.