¿Por qué tener pesadillas al menos una vez a la semana es un síntoma de futura demencia?
La edad o enfermedades como el Alzheimer son las causas más frecuentes de la demencia donde se ven mermadas en mayor o menor medida las facultades mentales
Varios estudios científicos citan las pesadillas o los sueños angustiosos que se repiten al menos una vez a la semana como un posible síntoma de deterioro cognitivo o futura demencia
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La demencia es la pérdida o el debilitamiento de las facultades mentales, que puede ser grave y progresiva con alteraciones de la memoria y la razón e incluso con trastornos de conducta. La edad o enfermedades como el Alzheimer son sus causas más frecuentes. En Uppers hemos recopilado las conclusiones de un estudio reciente sobre qué síntoma alerta de que puedes sufrir demencia.
Este síntoma al que se refieren los científicos son las pesadillas, pero no aquellas que aparecen ante un problema puntual, un suceso trágico o la incertidumbre ante una enfermedad de un ser querido, sino cuando las pesadillas se repiten al menos una vez a la semana. Por tanto, tales pesadillas que empiezan a ser habituales pueden ser una alerta que motive su estudio por parte de un profesional sanitario.
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El doctor Abidemi I. Otaiku, que trabaja en el departamento de Neurología del Hospital de la Ciudad de Birmingham, en Reino Unido, dio a conocer los resultados del estudio "Sueños angustiosos, deterioro cognitivo y riesgo de demencia": un estudio prospectivo de tres cohortes basadas en la población. Las conclusiones de este trabajo las publicó en eClinicalMedicine, una sección de la revista The Lancet a finales de septiembre pasado.
Tal como destaca Abidemi I. Otaiku, una de las conclusiones de este análisis es que “los sueños angustiosos se asocian con un deterioro cognitivo más rápido y un mayor riesgo de demencia en personas con enfermedad de Parkinson”.
Cómo se han relacionado las pesadillas continuas con el deterioro cognitivo
Para llegar a esta afirmación se evaluó el riesgo de deterioro cognitivo en una población de 605 adultos estadounidenses de mediana edad. En concreto, la edad oscilaba entre 44 y 57 años y en el momento de iniciar el estudio todas estas personas eran cognitivamente normales. Durante un periodo de 13 años se realizó un seguimiento precisamente de ese deterioro cognitivo de cada participante a través de varias pruebas y se definió una tasa anual de disminución de la función cognitiva global.
A su vez, se evaluó el riesgo de incidencia de demencia por todas las causas conocidas en una población de 2.600 adultos ya mayores con una edad comprendida entre los 81 y los 84 años, que ya estaban agrupados en dos trabajos de investigación sobre fracturas osteoporóticas. En ambos, los participantes tampoco presentaban demencia al inicio de los trabajos y se cumplimentó un seguimiento durante una media de siete años.
En cada uno de estos campos investigados se tuvo en cuenta la frecuencia de los sueños angustiosos o las pesadillas en un periodo de diez años, desde 2002 a 2012. Para ello se utilizó el Índice de calidad del sueño de Pittsburgh, que la mide en personas que sufren insomnio o hay presencia de otros trastornos del sueño.
Con los resultados definitivos se pudo afirmar que existe una mayor frecuencia de sueños angustiosos asociada, por un lado, a personas de mediana edad con un riesgo superior de deterioro cognitivo y, por otro lado, a adultos mayores con un mayor riesgo de incidencia de demencia por todas las causas y especialmente ente los hombres. Cuando se compararon las respuestas, en los adultos de mediana edad que informaron de que tenían pesadillas semanalmente el riesgo de experimentar un deterioro cognitivo era cuatro veces mayor que los que afirmaron no tener dichas pesadillas. Por su parte, entre los adultos de mayor edad, la diferencia en el riesgo de demencia fue de 2,2 veces.
Lo que destacaba el doctor Abidemi I. Otaiku es que estos resultados servirían de “ayuda a identificar a las personas en riesgo de demencia” concluyendo que “podrían facilitar estrategias de prevención temprana”.