Las enfermedades que pueden 'adivinarse' por el modo en el que se te arruguen los dedos con el agua
La intensidad de las arrugas al salir del agua podría darnos algunas pistas sobre la presencia de varias enfermedades.
Enfermedades de la piel, fallos coronarios y condiciones alteradas del sistema nervioso: lo que tus dedos pueden estar diciendo de tu salud.
Investigadores de la Universidad de Manchester proponen que los dedos arrugados tendrían que ver con una huella evolutiva.
La temporada veraniega está a la vuelta de la esquina y con ella los remojones se hacen cada vez más largos. También los típicos "dedos de ciruela pasa" cuando salimos del agua. Por eso conviene recordar que la información que te dan esas arrugas puede ser clave para la detección de varias enfermedades. Las arrugas se demoran en formarse en personas con condiciones especiales de la piel, como soriasis o vitíligo, por ejemplo. Pero eso es solo lo más evidente.
¿Por qué se nos arrugan los dedos?
Según un informe de la BBC se necesitan alrededor de 3,5 minutos en agua tibia (40 °C ) para que las yemas de los dedos comiencen a arrugarse, mientras que en temperaturas más frías, de aproximadamente 20 °C, puede demorar hasta 10 minutos. ¿Por qué ocurre esto? La teoría más común es que se trata de un proceso de osmosis (las moléculas del agua pasan a través de los poros de la piel produciendo las arrugas) pero esto no respondería a la pregunta de por qué solo ocurre en manos y pies.
Como los surcos en las ruedas de los coches
Según la BBC, Pablo Saez Viñas, ingeniero biomecánico de la Universidad Politécnica de Catalunya, ha utilizado modelos informáticos para examinar el mecanismo y ha observado que "si no tienes esa respuesta neurológica, las arrugas se inhiben". Esto significaría que hay una posible respuesta nerviosa o reacción activa al estar debajo del agua. "Eso significa que está sucediendo por una razón, podría estar dándonos una ventaja" dice Nick Davis un neurocientífico y psicólogo de la Universidad de Manchester. Y esa ventaja no sería otra que una huella evolutiva que tiene que ver con nuestra capacidad de "agarre" en condiciones desfavorables como la humedad. Como ocurre con las ruedas de lluvia en los coches.
Tracción
Los ensayos de Davis fueron realizados con la ayuda de 500 voluntarios que visitaron el Museo de Ciencias de Londres en 2020. "Los resultados fueron sorprendentemente claros- le ha asegurado Davis a la BBC- Las arrugas aumentaron la cantidad de fricción entre los dedos y el objeto. Lo que es particularmente interesante es que nuestros dedos son sensibles a este cambio en la fricción de la superficie y usamos esta información para aplicar menos fuerza para agarrar un objeto de forma segura".
Según el medio británico, "sus hallazgos coinciden con los de otros investigadores que han descubierto que las arrugas en las yemas de los dedos nos facilitan el manejo de objetos húmedos. Esto sugiere que los humanos pueden haber desarrollado arrugas en las puntas de los dedos de las manos y los pies en algún momento de nuestro pasado para ayudarnos a agarrar objetos y superficies húmedas".
¿Qué enfermedades podrían revelarnos?
Hay otras razones importantes para continuar observándonos las yema de los dedos. Al parecer, el comportamiento de estas arrugas podría ser indicativo de algunas enfermedades: los pacientes con fibrosis quística presentan muchas arrugas (incluso solo si eres portador genético de la enfermedad), mientras que los que sufren diabetes del tipo 2, presentan pocas y los enfermos de parkinson presentan arrugas desiguales en ambas manos. Todo un cúmulo de información que tenemos, nunca mejor dicho, al alcance de la mano y que los científicos, de momento, siguen investigando.