A pesar de las recomendaciones de reducir el consumo de carne, cada español consume unos 50 kilos de carne al año, tal y como indican los datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, prácticamente el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Recientemente, un estudio elaborado por expertos de la Universidad de Santiago de Compostela señalaba que prácticamente la mitad de las muestras de carne que encontramos en los supermercados de España están contaminadas con superbacterias, más resistentes a los antibióticos y pudiendo generar grandes infecciones.
Para la investigación se estudiaron unos 100 productos cárnicos aleatorios de los supermercados y, tal y como indican los resultados, se encontraron cepas, entre otros, de Escherichia coli (E. coli) y de Klebsiella pneumoniae en el 40% de las carnes analizadas de pollo, pavo, ternera y cerdo.
La investigación dio inicio en 2020, analizando la presencia de las bacterias potencialmente peligrosas que pueden ser las causantes de enfermedades, además de tener una gran capacidad de resistencia a los medicamentos.
Así, la mayoría de las carnes analizadas tenían niveles de E. coli dentro de los parámetros de seguridad establecidos, superando esa barrera un 5% de los productos y preocupando a los investigadores la presencia de estas superbacterias, especialmente en lo relacionado a la resistencia a los antibióticos. También exponen que 40 de los 100 productos analizados contenían E. coli multirresistente o potencialmente patógena.
Azucena Mora, coautora del estudio, señalaba a El correo que estos agentes han desarrollado “enzimas que confieren resistencia a la mayoría de los antibióticos, como penicilinas, cefalosporinas y monobactámico aztreonam”.
El pavo y el pollo son los productos con mayor contaminación por estos patógenos, estando menos presentes en las carnes de vaca y de cerdo. “Estamos acostumbrados a controlar patógenos alimentarios clásicos, como la ‘salmonella’, ‘campylobacter’ o ‘listeria monocytogenes’. Sin embargo, las bacterias multirresistentes presentes en los alimentos deben ser monitoreadas como patógenos potenciales”, establecen. La presencia de estas bacterias preocupa porque, señalan, podrían acabar con la vida de unos 10 millones de personas para 2050.
Para evitar estos problemas, recomiendan seguir un consumo responsable de carne dentro de una dieta variada, pero sobre todo cocinarla siempre bien, no romper la cadena de frío y almacenar correctamente el producto.