Dormir es algo vital. Necesitamos hacerlo cada día para recuperarnos, y es que dormir nos permite reponer fuerzas y energías. Además, cuando hemos dormido bien todo nuestro cuerpo descansa y desaparecen los signos de cansancio y fatiga, pero si dormimos menos de siete horas no permitimos que nuestro cuerpo descanse de forma correcta y suficiente.
La falta de sueño nos provoca un estado de torpeza y falta de coordinación motora. A nivel estético se percibe en nuestros ojos, ya que es muy frecuente que aquellas personas que no descansan bien tengan bolsas debajo de los ojos u ojeras muy marcadas.
Durmiendo todos nuestros músculos se relajan. Las imágenes que hemos visualizado a lo largo del día llegan a nuestro cerebro donde se interpretarán y almacenarán. Los ojos descansan durante la noche al igual que el resto del cuerpo. Es en ese momento cuando se regenera la rodopsina, que es el pigmento sensible a la luz.
La consecuencia más directa de la falta de sueño es la fatiga visual. A causa del cansancio visual surgen una serie de signos como dolor de cabeza y dificultad para fijar la vista en algún objeto. También molestias en el cuello, hombros o espalda, ojos llorosos o secos, mayor sensibilidad a la luz y visión doble o nublada.
Eso suele ocurrir a menudo a quienes trabajan o estudian durante mucho tiempo frente al ordenador o los libros. Al cabo de varias horas, comienzan a tener problemas para concentrarse debido a la fatiga que eso les ocasiona. Si navegas por Internet hasta llegado el momento de dormir, a tu cerebro se le dificulta más enviar la señal de irse a descansar. En consecuencia, se reduce el periodo de inactividad para reponer energías y relajar la musculatura.
Mirar las pantallas resplandecientes de los móviles o tabletas en espacios oscuros, te vuelve más susceptible a tener cansancio visual digital. Si no puedes evitarlo, utiliza las aplicaciones que permiten reducir la luz azul de los dispositivos.
La corta duración y mala calidad del sueño afecta particularmente a las personas con enfermedad de ojo seco (EOS). En 2021, la Universidad de Groningen, en Países Bajos, presentó un estudio para demostrar el impacto que tiene en estos pacientes. Esta afección aparece cuando el globo ocular no produce la cantidad adecuada de lágrimas para mantenerlo humectado, o las evapora rápidamente. Sus síntomas incluyen: dolor, ardor, visión confusa e intolerancia a la luz.
Los autores de dicha investigación evaluaron a 71.761 personas de ascendencia europea para conocer los factores asociados entre ambos problemas. Encontraron que casi uno de cada dos pacientes con esa patología dormía mal. Su calidad del sueño era similar a la de quienes tienen trastornos crónicos como osteoartritis y apnea obstructiva, según señalaron. El resultado fue el mismo tanto en jóvenes como adultos, mujeres y hombres, debido en parte a la presencia simultánea de otras enfermedades.
La sequedad ocular por no dormir adecuadamente y trabajar sin pausa en el ordenador afecta también la salud de los párpados. Es posible que sientas un movimiento repetitivo e involuntario del músculo orbital y no seas capaz de controlarlo. Esa condición, conocida como mioquimia palpebral, puede llegar a ser molesta debido a que se presenta acompañada de otros síntomas como fotosensibilidad y visión borrosa, lo cual dificulta realizar ciertas tareas cotidianas como conducir y leer.
El temblor es más habitual en la parte inferior y generalmente es imperceptible. Cuando te ves en el espejo no lo notas, aunque sientas muchas palpitaciones. Sin embargo, hay casos en los que sí es visible porque a la persona se le cierra por completo el párpado. Para prevenir el tic en el ojo se recomienda dormir la cantidad de horas necesarias y desconectar todos los aparatos electrónicos antes de ir a la cama. Asimismo, se aconseja realizar un suave masaje en la zona afectada para que desaparezca.
La pérdida de horas de sueño nocturno ocasiona, asimismo, problemas estéticos a nivel de los ojos. Cuando no se descansa lo suficiente, el cuerpo no tiene tiempo de recuperarse como debiera y eso se refleja en la mirada. La falta de reposo entorpece la circulación de la sangre haciendo que se dilaten los vasos capilares y aparezcan las temidas ojeras. Esas marcas oscuras debajo de los párpados resaltan sobre el resto de la piel, dando una sensación de agotamiento.
Hay personas que retienen líquidos mientras duermen y amanecen con los ojos hinchados. Descansar mal provoca igualmente un aspecto cansado. Si eres una de ellas, es posible que al levantarte notes una inflamación o tengas bolsas en la zona inferior.
La solución para estos problemas es el sueño reparador. Es más importante para la salud dormir profundamente y sin interrupciones, que pasar muchas horas en la cama en un estado de reposo superficial y entrecortado.