Un estudio conjunto conducido por investigadores de las universidades de Duke, en Carolina del Norte, y Harvard, concluyó que nuestro cuerpo puede, en términos de envejecimiento, retroceder en el tiempo. Al menos eso se desprende de la investigación realizada entre pacientes de distintas edades que, sometidos a procesos estresantes como una operación inminente, una enfermedad o un embarazo, manifestaron un 'envejecimiento biológico' que, sin embargo, fue revertido al recuperar niveles normales de relajación.
La idea de toda la investigación se basa en que las personas pueden ser biológicamente mayores o menores que lo que indica su edad cronológica. Para medir esa edad biológica los investigadores desarrollaron algo que llaman "relojes epigenéticos" que analizan patrones de marcadores en el ADN llamados grupos metilo que se correlacionan con la edad. Como se sabe, también influyen en el envejecimiento biológicos factores como los hábitos de sueño, el consumo de tabaco o la alimentación saludable.
Los investigadores analizaron el ADN en muestras de sangre de los participantes recolectadas en momentos distintos. Para ello se centraron en grupos de personas mayores de 80 años que iban a someterse a cirugía, otro de mayores de 60 mientras pasaban el Covid, y un tercer grupo de mujeres embarazadas. En todos los casos, el 'reloj epigenético' mostró que que la edad biológica aumentaba durante el proceso generador de estrés pero al salir de él, volvía a niveles previos.
Fue particularmente notorio el caso de las más de 200 mujeres embarazadas incluidas en el estudio: su edad biológica aumentó a lo largo del embarazo, pero, seis semanas después del parto, volvió a estar por debajo de los niveles observados al principio del embarazo.
La idea de que el envejecimiento biológico se acelera durante los eventos estresantes pero luego se revierte es consistente con estudios previos sobre las canas, que indican que a veces las personas recuperan su color de pelo original después de recuperarse de eventos psicológicamente estresantes.
Sin embargo, aunque ahora que sabemos que el envejecimiento biológico puede revertirse al menos ligeramente, hay que señalar que estas fluctuaciones no tienen que ver con un 'rejuvenecimiento' en sentido estricto, "pero abren la posibilidad de desarrollar terapias para impulsar aún más esta reversión- dice James White, de la Universidad de Duke, uno de los investigadores que condujo el estudio- Esta recuperación sugiere que tenemos la maquinaria para poder retroceder el reloj al menos un poco".