Jennifer Lawrence es una de las estrellas de Hollywood más queridas de la última década. También es una de esas actrices que no dejan a nadie indiferente con sus declaraciones, siempre chispeantes y sinceras. En esta ocasión la oscarizada actriz hizo una de sus hilarantes confesiones en El Hormiguero, a donde acudió a promocionar 'Sin malos rollos', su última comedia. "No veo la diferencia entre besarse y compartir el cepillo de dientes", aseguró. Una afirmación que podría escandalizar a cualquier especialista en salud bucal.
¿A quién lo he pasado aquello de olvidarse el cepillo en un viaje y coger el de la pareja (o, horror, el de cualquier otro familiar cercano) y proceder a usarlo con premeditación, alevosía y ventaja? Ocurre sobre todo en temporadas de verano cuando no estamos en casa. Pero el paso del tiempo, la convivencia de años, la rutina y la intimidad son factores por los que algunas personas pueden hacerlo sin miramientos incluso en casa. ¿Es tan grave?
En realidad, los expertos no recomiendan compartir el cepillo de dientes con tu pareja o con cualquier otra persona por la sencilla razón de que esta práctica puede aumentar considerablemente el riesgo de transmisión de bacterias, virus y otros microorganismos presentes en la boca. Y sí, como dice la buena de Jennifer, es probable que ya compartas bacterias con tu pareja debido a la intimidad -ciertas enfermedades y afecciones pueden transmitirse a través de la saliva, como el resfriado común, la gripe, la enfermedad de las encías y las infecciones por hongos- pero lo cierto es que cada persona tiene una composición única de microorganismos en su boca, y compartir cepillos puede alterar ese equilibrio.
Recuerda que un cepillo es capaz de romper las placa de los dientes y exponer las las bacterias periodontales que se esconden bajo las encías, un beso no, por apasionado que sea. Un cepillo puede ser el espacio de cultivo de organismos, un beso no, por largo que sea. Un cepillo debes cambiarlo cada dos meses, un amor no, por rutinario que sea.
Como sabemos, para mantener una buena higiene bucal es importante utilizar un cepillo de dientes limpio y en buen estado, cambiándolo regularmente porque en él se pueden acumular sarro y bacterias y hongos. De hecho, la propia boca humana es un entorno lleno de bacterias y otros microorganismos. Se estima que en la boca de una persona sana pueden habitar entre 500 y 700 especies diferentes de bacterias. Sin embargo, la cantidad exacta de bacterias puede variar de una persona a otra y depende de varios factores, como la higiene oral, la salud general, la dieta y otros factores ambientales.
La mayoría de las bacterias que se encuentran en la boca son inofensivas o incluso beneficiosas, ya que forman parte de la microbiota oral normal y desempeñan funciones importantes para mantener el equilibrio en el ecosistema oral. Sin embargo, algunas bacterias pueden ser patógenas y causar enfermedades orales, como la caries dental y la enfermedad de las encías.